Los sobres con balas se enviaron desde un buzón de Madrid que dificulta localizar al autor de las amenazas
Se trabaja con la hipótesis de que la amenaza proceda de la extrema derecha o de cualquier individuo que haya comprado la munición en el mercado negro
Fuentes policiales aseguran que el acceso a estas balas es más fácil para un uniformado activo o retirado
La amenaza y las balas que recibió Pablo Iglesias / Twitter
Madrid
Policía Nacional y Guardia Civil trabajan desde esta mañana en intentar identificar al autor o autores de las misivas con balas que han llegado en las últimas horas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a la directora de la Guardia Civil, María Gámez y al líder de Unidas Podemos y candidato a presidir la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias. Los servicios de balística de ambos cuerpos trabajan a contrarreloj para averiguar la procedencia de las balas, pero es posible que no se llegue a identificar al autor o autores de las misivas.
Según fuentes de la investigación consultadas por la Cadena SER las cartas con las balas del calibre 7,62* 51 se enviaron desde un buzón de una calle de la Comunidad de Madrid. En principio no se puede determinar con exactitud desde que buzón y esto dificulta la búsqueda.
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Las balas, además, están sin usar y son de una marca genérica. Lo único que se sabe es que las municiones son de los años 80.
Las principales hipótesis con las que se trabaja es que el autor o autores pertenezcan a algún grupo de extrema derecha o que las municiones hayan sido adquiridas por algún miembro activo o retirado de las Fuerzas Armadas o de la Guardia Civil. Sin embargo, no se descarta además que la amenaza pueda llegar de cualquier persona que las haya comprado en el mercado negro. Según estas fuentes, el acceso a este tipo de munición es más fácil para un miembro activo o retirado de las Fuerzas Armadas o de la Guardia Civil o para alguien que haya hecho el servicio militar.
La Fiscalía espera el atestado policial para promover la actuación de juez que determina la competencia. En el caso de las amenazas a Marlasca y María Gámez, la Audiencia Nacional, y en el caso de Pablo Iglesias, los juzgados ordinarios de Madrid.
La Policía va a realizar también un rastreo en las redes sociales para si observan algún movimiento coincidente con los hechos que pueda llevar a determinar los autores.
La Fiscalía no incoará investigación de oficio, porque entiende que el camino de la denuncia y pesquisas previas por parte de la policía, es el adecuado.
