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Coronavirus Covid-19

Costumbres contra el coronavirus que la ciencia pone en entredicho

El contagio por superficies o la utilidad de las nebulizaciones están en entredicho aunque aún se siguen utilizando recursos en este sentido que pueden ofrecer una falsa sensación de seguridad

Fumigación contra el coronavirus en la estación de Santa Justa, en Sevilla. / GETTY IMAGES

Madrid

Fumigaciones, nebulizaciones, limpiezas compulsivas o el cierre de espacios al aire libre. Son algunas de las acciones que hemos visto en este año y pico de pandemia y que la ciencia pone ahora en entredicho gracias a un mejor conocimiento de los canales de transmisión del SARS CoV-2. "El contagio al aire libre es al menos 20 veces menor que en interiores, debería promoverse las actividades en el exterior y revisar algunas medidas que resultan contraproducentes"; explican en una carta al Gobierno un centenar de expertos de toda España. Aún hoy, comunidades como Madrid siguen cerrando parques infantiles y ajardinados en las áreas de salud confinadas por alta incidencia del virus.

Los aerosoles son, según los especialistas, la vía principal de contagio. Lo último que sabemos es que los aerosoles de las personas con COVID que no presentan síntomas pueden ser la causa de hasta el 60% de los contagios del SARS-COV-2, según científicos de las universidades de Oxford, California y Toronto. En su estudio, explican que el hecho de que la transmisión sea mayor en interiores que en exteriores apoya la existencia de "una ruta de transmisión predominantemente aérea".

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Además, documenta varios casos de contagios en sanitarios que contaban con equipo de protección para el contacto y el riesgo de la gotitas, pero no frente a los aerosoles. Hay una dificultad importante a la hora de confirmar este contagio aéreo. Los científicos hablan de un "desafío técnico" ya que no se ha logrado "capturar SARS-CoV-2 viable en muestras de aire".

1 entre 10.000 el riesgo de contagio por contacto de superficie contaminada

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEEUU  estiman que el riesgo de contraer COVID-19 al tocar una superficie contaminada por el coronavirus es de aproximadamente "1 entre 10.000", según una reciente actualización de su página web en la que se hace eco de los resultados de diferentes estudios de evaluación de riesgos microbianos.

"Los hallazgos de estos estudios sugieren que el riesgo de infección por SARS-CoV-2 a través de la ruta de transmisión de fómite es bajo, generalmente menos de 1 entre 10.000, lo que significa que cada contacto con una superficie contaminada tiene menos de una posibilidad entre 10.000 de causar infección", mantienen.

Los fómites son los elementos inanimados que pueden servir para la propagación de agentes infecciosos, como las gotas respiratorias que se posan en una superficie.

Es suficiente desinfectar con agua y jabón

Hasta hace poco, los CDC recomendaban usar productos químicos para desinfectar aquellas superficies que se tocan con regularidad, como las mesas, interruptores o pomos de la puerta, pero han actualizado la información al respecto, dejando claro que limpiar con agua y jabón es suficiente.

"La gente puede infectarse con el virus que causa la COVID-19 si toca objetos o superficies contaminadas. Sin embargo, las pruebas muestran que el riesgo de transmisión a través de esta vía es bajo", ha explicado la directora de los CDC, Rochelle Walensky.

En febrero, veíamos al primer ministro británico afanado en la limpieza de una silla en un polideportivo, una labor poco efectiva contra el coronavirus si la principal vía de transmisión es la aérea.

De hecho, la revista Nature, contaba en febrero que no hay documentado ningún caso de contagio por contacto.

La ineficacia de la nebulizaciones

Un trabajo del CSIC analizó la presencia de SARS CoV-2 en las barras y botones del transporte urbano público de Barcelona (metro y autobús) durante mayo y junio de hace un año. La conclusión fue doble. Por un lado, encontraron fragmentos del virus pero sin capacidad de infectar. Y por otro, desmostraban que la desinfección con trapo y lejía era efectiva, no así las fumigaciones con ozono.

La Organización Mundial de la Salud es contraria a la utilización de espray desinfectantes del ambiente o túneles de lavado que nebulizan productos al acceder a algunos entornos. Lo cataloga de inútil y peligroso para el ambiente y para las personas.

Los escáneres de temperaturas no detectan a los asintomáticos

La OMS tiene una página destinada a desmentir bulos y estima "muy baja" la posibilidad de contagiar con los zapatos. Aún podemos encontrar a la entrada de algunos locales una alfombra supuestamente destinada a desinfectar la suela de los zapatos.

El organismo saniatrio también deja claro que los escáneres de temperatura no sirven para detectar enfermos de COVID. La razón es que no todos tienen síntomas o fiebre, entre ellos.

La costumbre contra el coronavirus que primero se vino abajo fue la del uso de guantes para evitar el contagio. Los especialistas desaconsejaron pronto su uso porque no tenía ningún beneficio adicional y podían provocar una mala higiene y una mayor contaminación de las superficie.

A falta de superar esta especie de teatro pandémico como lo llamó la investigadora Zeynep Tufekci, hay que recordar que las mascarillas, la ventilación y la distancia social siguen siendo, a día de hoy, las medidas más eficaces para luchar contra el virus.

Una alfombra desinfectante.

Una alfombra desinfectante. / GETTY IMAGES

Maika Ávila

Maika Ávila

Periodista y autora de 'Conciliaqué. Del engaño de la conciliación al cambio real'. Ha formado parte...

 
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