Todos los estudiantes de FP tendrán que cursar como mínimo un 25% de las horas en empresas
Las compañías participarán en la evaluación de los alumnos junto a los del centro educativo
Madrid
Con la nueva ley toda la Formación Profesional (FP) será dual, no habrá ningún estudiante que no haya recibido parte de la formación en una empresa. El anteproyecto, al que ha tenido acceso la SER, que la ministra Isabel Celaá va a presentar este martes al Consejo de Ministros, revoluciona por completo el actual sistema y supone pasar de un modelo de prácticas con estancias en empresas a que, como mínimo, un cuarto del aprendizaje se haga en ellas. Se establecerá un "plan de formación" que fije qué cosas se aprenden en el centro educativo y cuáles en la compañía.
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Esa será la FP dual general habrá además una FP dual avanzada donde entre un 35% y un 50% de las horas se darán en las empresas. Esta tendrá contrato y será remunerada. La ley regula la figura del "tutor de empresa" que junto al tutor del centro diseñarán ese plan de formación para el alumno y que participará en la junta de evaluación con el resto de docentes. Las PYMES y micro pymes podrán compartir un mismo tutor de empresa y se podrán agrupar para dar formación a los estudiantes, que rotarían de una a otra dentro de un mismo sector, fontanería u hostelería, por ejemplo, para tener una instrucción completa. Se facilita la participación de "agentes sociales, organismos y entidades intermedias", desde cámaras de comercio a organizaciones empresariales, para facilitar la participación de las empresas en la Formación Profesional ofreciéndoles asesoramiento, sirviendo de enlace con administraciones y centros educativos y facilitando la asociación. Algo que puede ser especialmente útil en el caso de las empresas medianas y pequeñas.
La nueva de FP facilitará también la formación a la carta con micromódulos de 50 horas más fáciles de cursar para la gente que está trabajando que los 200 o 300 horas. Estos micromódulos serán acumulables y tendrán titulación oficial. Habrá pasarelas entre la FP superior y la universidad, actualmente funcionan casi como compartimentos estancos, facilitando el reconocimiento de créditos o que los estudiantes de FP reciban formación de la universidad y a la inversa.
El nuevo sistema unifica en uno sólo la Formación Profesional educativa y la FP para el empleo facilitando la formación a lo largo de toda la vida. Las dos redes, que hasta ahora eran independientes, pasan a ser complementarias. El Gobierno establece mecanismos para hacer más fácil la acreditación de competencias profesionales de personas que llevan años trabajando en un sector pero que no tienen título. Casi la mitad de los trabajadores en España, un 48%, no tiene ningún título. Con la acreditación se les da un reconocimiento y el acceso a más formación.
España tiene un déficit de titulados medios: sólo un 12% de los estudiantes se matriculan en grados de FP frente al 22% de media de la OCDE y casi el 27% en la UE. La nueva ley pretende dar el impulso definitivo a un sistema cada vez más atractivo por sus buenas cifras de empleabilidad: el paro entre los titulados de FP ronda el 6-7% frente al 40% que alcanza el desempleo juvenil. El proyecto del Gobierno es acompañar la reforma de la ley con un incremento en la creación de plazas —hasta las 200.000 más en cuatro años— y una inyección total de 5.000 millones de euros en tres años.