Ciencia y tecnología

Detectadas las primeras fusiones de dos agujeros negros y dos estrellas de neutrones

Estos descubrimientos permitirán a los investigadores sacar las primeras conclusiones sobre los orígenes de estos raros sistemas binarios y la frecuencia con la que se fusionan

Imagen de un agujero negro facilitado por el Herschel Space Observatory / Getty Images

Madrid

Hace mucho tiempo, en dos galaxias situadas a unos 900 millones de años luz de distancia, dos agujeros negros devoraron a dos estrellas de neutrones y este fenómeno tan violento generó unas ondas gravitacionales que, al final, golpearon La Tierra a principios del año pasado con solo 10 días de diferencia según la detección realizada por un equipo internacional en dos Observatorios de Estados Unidos y Europa.

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Por primera vez, un equipo internacional de astrofísicos, liderados por la Universidad de Northwestern, ha detectado, con solo 10 días de diferencia, las ondas gravitacionales generadas por dos gigantescos agujeros negros devorando a dos estrellas de neutrones. Estos descubrimientos permitirán a los investigadores sacar las primeras conclusiones sobre los orígenes de estos raros sistemas binarios y la frecuencia con la que se fusionan.

En concreto, el equipo observó los dos nuevos eventos de ondas gravitacionales, denominados GW200105 y GW200115, el pasado 5 de enero de 2020 y el 15 de enero de 2020, durante la segunda mitad de la tercera serie de observación de los detectores LIGO y Virgo. En junio del año pasado, los detectores LIGO y Virgo detectaron la primera fusión de un agujero negro con un objeto misterioso, que puede ser la estrella de neutrones más masiva conocida, y esta imagen dio la vuelta al mundo.

Masas solares

Uno de estos dos nuevos hallazgos ha resultado ser la fusión de un agujero negro de 6 masas solares con una estrella de neutrones de 1,5 masas solares, situados aproximadamente a mil millones de años luz de la Tierra. Y solo 10 días antes, LIGO detectó otra fuerte señal. A partir de las ondas gravitacionales, los astrónomos infirieron que la señal fue causada por un agujero negro de 9 masas solares que colisionó con un objeto compacto de 1,9 masas solares, que finalmente concluyeron que era una estrella de neutrones. Esta fusión ocurrió a una distancia de unos 900 millones de años luz de la Tierra.

"Las ondas gravitacionales nos han permitido detectar colisiones de pares de agujeros negros y pares de estrellas de neutrones —ha explicado Chase Kimball, el coautor de este estudio— Completar esta imagen es crucial para restringir la gran cantidad de modelos astrofísicos de formación de objetos compactos”.

Javier Gregori

Javier Gregori

Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...

 
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