Sánchez y Aragonès acuerdan volver a reunir la mesa de diálogo en la tercera semana de septiembre
Sánchez y Aragonès han mantenido una primera reunión de dos horas y media en Moncloa
Aragonès ha anunciado que la mesa del diálogo se reunirá la tercera semana de septiembre y que la Generalitat llevará a la negociación la autodeterminación, la amnistía y el referéndum
Madrid
El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, han terminado su reunión en el Palacio de la Moncloa a las 19:45 horas, tras algo más de dos horas y media de encuentro.
<p>Pedro Sánchez pide al Govern no "invisibilizar" a una parte de Cataluña y rechaza a Junqueras para el diálogo</p>
Sánchez y Aragonès han mantenido una primera entrevista tras la toma de posesión del presidente del Govern y después de que ambos hayan coincidido en Barcelona en los últimos días en diversos actos.
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Una entrevista que el Gobierno central ha confiado en que sirva para encauzar una nueva relación de diálogo que permita lo que Sánchez está definiendo como el reencuentro. Aragonès ha rechazado comparecer en la Moncloa para dar cuenta del desarrollo de la reunión y ha ofrecido una conferencia de prensa en el Centro Cultural Blanquerna de Madrid en la que ha anunciado que la mesa del diálogo se reunirá la tercera semana de septiembre y que el Govern de la Generalitat llevará a la negociación la autodeterminación, la amnistía y el referéndum.
Por parte del Ejecutivo, la ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, ha señalado que es el momento de "pasar página" ya que "el conflicto de Cataluña lleva demasiado tiempo enquistado provocando una fractura social y emocional entre la propia sociedad catalana y de ésta con el conjunto de España". De hecho, la ministra portavoz ha señalado que "España no tiene sentido sin Cataluña y Cataluña no se entiende sin España". "El Gobierno no es ingenuo y sabe que este no es un camino fácil, sabemos que en los últimos años hemos dado pasos que habrían permitido este encuentro pero necesitábamos un entorno de confianza y lealtad mutua que nos permita caminar en esa dirección. Es necesario romper con la dinámica de confrontación que ha sido protagonista estos años y pasar a la dinámica de la política", ha añadido. También ha subrayado que el presidente Sánchez no ha hablado de amnistía ni de la situación de exiliados con Aragonès.
<p>Las principales propuestas del Gobierno y el PSOE para la mesa del diálogo en Cataluña</p>
La reunión se ha celebrado una semana después de que el Consejo de Ministros aprobase los indultos a nueve líderes del "procés" y horas después de que el Tribunal de Cuentas haya reclamado un total de 5,4 millones de euros a más de una veintena de dirigentes independentistas por los gastos derivados de la promoción exterior con dinero público del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Comparecencia de Pere Aragonès tras la reunión
La primera reunión con Sánchez ha servido para constatar las posiciones y las diferencias evidentes sobre cómo resolver el conflicto. Ha servido para reconocer la existencia de un conflicto político entre el estado español y Cataluña que se resolverá solo del diálogo, de la negociación y de la voluntad de acuerdo que deberá ser validada por la ciudadanía a través del voto. Esta idea de un conflicto político, el reconocimiento de este conflicto y la resolución de acuerdo y que finalmente tiene que tener el aval de los ciudadanos de Cataluña a través del voto son los elementos de acuerdo que llevaremos a la mesa de diálogo que reactivaremos sin más dilación.
Hemos acordado que los equipos trabajarán en las próximas semanas para acordar la metodología de la mesa y un orden del día para una nueva reunión de la mesa, que se reunirá en Barcelona la tercera semana de septiembre.
Celebramos haber podido desencallar este especio de negociación que debe servir para resolver con urgencia el conflicto entre España y Cataluña. Le he trasladado a Sánchez una solución global que afecta a exilados y represaliados pendientes de un proceso judicial y para aquellos pendientes del Tribunal de Cuentas. Tenemos que encontrar la fórmula de satisfacer la voluntad de la población de decidir democráticamente cuál debe ser el futuro del país. Para nosotros esta solución es la autodeterminación y así se lo he reiterado al presidente Sánchez.
Amnistía y autodeterminación. Queremos que no haya más represión, que no entre nadie más a prisión, que los exiliados puedan volver a Cataluña con libertad y que el conflicto político se decida de forma democrática, en las urnas.
Que la mesa se pueda retomar es la constatación de que queremos dar una oportunidad al diálogo y la política.
Hemos acordado que en julio se reunirá la comisión bilateral Estado-Generalitat para tratar todas las cuestiones y el seguimiento de las inversiones.
Los compromisos del estado español corresponde a ellos explicarlos. Nosotros hemos pedido la amnistía y hay una resolución del Consejo de Europa con medidas para acabar con esta represión. Nosotros no queremos con esto una foto. Queremos afrontar un conflicto político de fondo. No será fácil, tendrá toda la intensidad y será la negociación más difícil que habrá hecho el gobierno de la Generalitat en toda su historia moderna. Será para abordar un conflicto político de fondo de una Cataluña que quiere afrontar su futuro. Es un conflicto de naturaleza política entre Cataluña y el Estado.
La composición de las delegaciones se decidirá en las próximas semanas y tendrán que ser paritarias y equivalentes entre los dos gobiernos. Lo acordaremos en las próximas semanas. Buscaremos el apoyo para esta mesa de negociación. No será fácil porque no renunciaremos. Nosotros no vamos a renunciar. Vamos a ir con toda la decisión para conseguir un referéndum sobre el futuro de Cataluña e iremos con toda la decisión para conseguir la amnistía. Que decida la ciudadanía.
No vamos a renunciar. Que nadie se confunda. Vamos a ir con toda la ambición y la determinación a defender un referéndum sobre la independencia de Cataluña.
cuando el PP tiene secuestrada la renovación del CGPJ, del máximo órgano de gobierno de la judicatura, decir que mi propuesta es la que rompe la división de poderes... No es lo más acertado. Lo que rompe la división de poderes es el secuestro por parte de la derecha política de los órganos de gobierno de la judicatura.
La propuesta del Estado hasta ahora es mantener el estatus quo, lo que no es una solución porque no incluye a la totalidad de personas de Cataluña. Nuestra propuesta sí incluye a la totalidad de catalanes y catalanas, los que se quieran mantener en el Estado español y los que queremos la independencia.
No se ha planteado ninguna consulta ni referéndum en todo el Estado. No sé si el presidente lo hará en próximas reuniones.
El tiempo de vida de la mesa de negociación se determinará por los avances. Hemos marcado este hito de los dos años donde se hará una revisión de los avances de la mesa y ahí se decidirá si se da por concluida o si se necesita seguir avanzando. Nosotros nunca nos vamos a levantar de todos los ámbitos donde haya posibilidad de diálogo y negociación.
Las cuestiones sobre el traspaso de competencias se van a tratar en la comisión bilateral Estado-Generalitat.
Nunca vamos a renunciar a nuestros planteamientos políticos :ahora está la oportunidad de abordarlos mediante el diálogo y la negociación. Pero que nadie se equivoque. El Govern no va a renunciar a la autodeterminación.
Una negociación compleja como esta no es cuestión de encontrar en el minuto 1 los caminos intermedios. Nuestro punto medio es el referéndum porque el punto de partida es la independencia. Planteamos de salida y como algo a lo que no vamos a renunciar una propuesta que incluye a todos.
Comparecencia de Montero, portavoz del Gobierno
La voluntad de este Gobierno pasa por abrir una nueva etapa en Cataluña en la que dejemos atrás la confrontación de los últimos años y demos paso al diálogo, al encuentro y a la palabra. En definitiva ser capaces de generar un clima de confianza y concordia que nos permita retomar muchos asuntos importantes para Cataluña y abordar las cuestiones prioritarias para estos próximos años.
El conflicto de Cataluña lleva demasiado tiempo enquistado provocando una fractura social y emocional entre la propia sociedad catalana y de ésta con el conjunto de España. Es el momento de pasar página y empezar un nuevo camino que mire en el interés general del conjunto de la ciudadanía para resolver sus problemas y aspiraciones.
El Gobierno no es ingenuo y sabe que este no es un camino fácil, sabemos que en los últimos años hemos dado pasos que habrían permitido este encuentro pero necesitábamos un entorno de confianza y lealtad mutua que nos permita caminar en esa dirección. Es necesario romper con la dinámica de confrontación que ha sido protagonista estos años y pasar a la dinámica de la política.
España no tiene sentido sin Cataluña y Cataluña no se entiende sin España.
La unidad es el motor que nos va a permitir superar esta crisis económica. En un clima de cordialidad ha transcurrido la reunión del presidente Pedro Sánchez y el president Pere Aragonès. La situación de la pandemia ha ocupado parte de la conversación, así como la normalización de las relaciones institucionales.
Se ha convenido la convocatoria de la mesa de diálogo para la tercera semana de septiembre para afrontar todos los elementos que nos permitan superar este conflicto y acercar posiciones, buscando los elementos que nos unen y que nos pueden hacer profundizar en el bienestar de Cataluña.
Sánchez ha insistido a Aragonès en la importancia de la convocatoria de la conferencia de presidentes y en la necesidad de que el presidente de Cataluña esté presente.
En ningún momento el presidente Sánchez ha hablado respecto a la amnistía y la situación de exiliados. Somos perfectamente conscientes de las limitaciones de cada uno.
El presidente Aragonès ha podido transmitir cualquier cuestión que tenga que ver con sus intereses, como la amnistía o el referéndum. Pero el señor Sánchez no ha profundizado en esas cuestiones. Hay que dejar tiempo a que las posiciones nos permitan un acercamiento y se pueda pasar página.
No les llamaría exiliados, sino personas fugadas de la justicia. La voluntad del Gobierno es que estas personas respondan ante la justicia, como el resto de personas vinculadas al procés. Nos mantenemos en que es necesario que aquellas personas que están fuera del alcance de la justicia vuelvan y se pongan a su disposición.