Cospedal admite que pagó a Villarejo "gastos corrientes por cortesía"

La exsecretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, ha comparecido este martes ante el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, como imputada en delitos de malversación, tráfico de influencias y cohecho, por su supuesta participación en la operación Kitchen, desarrollada de 2013 a 2015 para el espionaje a Luis Bárcenas y el robo y destrucción de documentos y pruebas que conservase sobre la caja b del PP y de sus dirigentes, que estaba siendo investigada por la justicia. A preguntas del fiscal, la exsecretaria general del PP ha reconocido que «puede ser» que en «alguna ocasión» ordenase pagos a Villarejo por los «gastos corrientes» en que hubiera incurrido a la hora de notificarle determinadas informaciones para el Partido Popular. Pero sostiene que se trató de abonos por «cortesía» debido a que Villarejo jamás le anticipó información nueva o relevante alguna, sino que se limitaba a contarle lo que ya había sido publicado en medios de comunicación. El fiscal Anticorrupción le ha manifestado en ese momento que en cualquier caso, se trataría de pagos «por un servicio profesional», rechazando la versión de la exdirigente política, que ha negado el encargo de ese tipo de trabajos. María Dolores de Cospedal ha afirmado que aquella reunión de julio de 2009 en la que conoció a Villarejo y que según los investigadores supone el inicio de la relación que cuatro años después permitiría el operativo contra el extesorero, tuvo lugar «a iniciativa» del comisario jubilado, y que ella mostró interés porque creía que alguien estaba espiando al PP «desde un edificio cercano». Según la grabación de aquel encuentro, que dura una hora y 45 minutos y obra en poder del sumario, la reunión se produjo por el interés de Cospedal y su marido, López del Hierro, quien incluso llegó a proponer al comisario la ejecución de «trabajos puntuales» para el PP. Cospedal ha rechazado conocimiento alguno de la operación Kitchen y la veracidad de las múltiples anotaciones de las agendas de Villarejo que se refieren a ella. Tanto el juez como el fiscal le han evidenciado que varias de esas notas están avaladas por los hechos. Entre ellas, la supuesta advertencia a «COSPE» de que al día siguiente iba a presentarse un informe clave sobre la Gürtel, como efectivamente sucedió, o las maniobras para retirar a su marido de otro de los informes, que fueron ejecutadas. La exsecretaria general del PP ha negado que supiera nada del chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, captado como espía por su policía de confianza, Andrés Gómez Gordo, a cambio de 2.000 euros mensuales de fondos reservados. También que le uniera una estrecha relación con este agente, al que solo conocía porque era «jefe de seguridad de Castilla La Mancha, pero nada más». Fue Cospedal quien se llevó a Gómez Gordo a ese cargo en Toledo cuando fue nombrada presidenta autonómica, y su relación viene de antiguo, labrada cuando ella era consejera de Transportes en la Comunidad de Madrid.