Jon Rahm confiesa su limitación física convertida en ventaja: "Me enyesaron a los 20 minutos de nacer"

El español Jon Rahm sigue dejando huella en los campos de golf allá donde va a pesar de la peculiar limitación física que lo acompaña desde el día de su nacimiento. El vasco es uno de los golfistas del momento y su excelso estado de forma se ha traducido en éxitos como sus asaltos al número 1 del ránking mundial o la primera victoria de un español en el US Open. Todo ello, mediante una peculiar forma de jugar adaptada a su malformación en el pie.

El swing del 'León de Barrika' se ha hecho conocido en el mundo del golf por un giro mucho más ligero de lo habitual, como él mismo ha explicado en una entrevista para la BBC. "No hice un swing completo porque mi tobillo derecho no tiene la movilidad o la estabilidad para hacerlo", admitió después de uno de sus últimos torneos y en la previa del Open Championship de Saint George.

La explicación de su limitación se explica desde el día de su nacimiento: "Mi pie estaba girado 90 grados hacia dentro y estaba básicamente boca abajo", admitió Rahm. "Prácticamente tenía rotos todos los huesos del tobillo y me enyesaron a los 20 minutos de nacer de la rodilla para abajo", apuntó.

"Mis piernas no crecieron al mismo tiempo"

Este contratiempo desde sus primeras horas de vida le obligó a presentarse al mundo en un contexto duro, acudiendo semanalmente al hospital para recolocar su yeso. Por ello, Jon Rahm reconoce que en este periodo "desde la rodilla hacia abajo mis piernas no crecieron al mismo ritmo".

Extrapolado al golf, el de Barrika cuenta cómo ha conseguido superar su déficit e incluso convertirlo en un punto favorable. "Aprendí desde muy joven que voy a ser más eficiente en la creación de potencia y a ser consistente desde un swing corto", reflejó, consciente de la peculiaridad que lo acompaña: "Si creo más velocidad, no tengo estabilidad. Mi tobillo simplemente no puede soportarlo".