Las gimnastas alemanas cambian su uniforme para visibilizar y acabar con la sexualización en los deportes
Las gimnastas han alegado que el maillot corto puede ser incómodo cuando estás realizando ciertos ejercicios y han reivindicado que cada deportista tiene derecho a vestir como se sienta mejor realizando su disciplina
Madrid
No será el fin para el maillot corto, pero sí que será la bienvenida a un uniforme con el que muchas mujeres gimnastas se puedan sentir más cómodas. Elisabeth Seitz, Sarah Voss, Kim Bui y Pauline Schaefer-Betz, son las cuatro gimnastas que representan a Alemania en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y que han decidido competir con el maillot de cuerpo entero por su comodidad, pero también para reivindicar una vestimenta que consideran más apropiada y menos sexualizada.
Más información
Las alemanas esperan ser referentes en el mundo del deporte femenino, como ya lo fue la semana pasada la selección de balonmano playa de Noruega, que se negaba a competir en bikini, y en su lugar, lo hacía con unas mallas similares a las del equipo masculino, para mostrar la desigualdad que existía entre sus uniformes. Fueron multadas con 150 euros cada una por la Federación Europea de Balonmano (EHF), pero han sido muy aplaudidas internacionalmente, tanto es así que la cantante Pink se ofreció a pagarla.
Reivindican que cada mujer compita con lo que más cómoda se sienta
"Eso no significa que no queramos seguir usando el maillot normal. Es una decisión que se toma día a día, en función de cómo nos sintamos y de lo que queramos", ha asegurado a los medios Elizabeth Seitz, cuyo equipo ya vistió con este uniforme que llega hasta los tobillos en la competición de Europa el pasado mes de abril, después de que la Federación Internacional de Gimnasia les diera el visto bueno.
"Queríamos mostrar que cada mujer, cada persona, debe decidir qué vestir", explica Seitz. Al fin y al cabo, las gimnastas quieren reivindicar la libertad de que cada deportista pueda ponerse el uniforme con el que se sienta más cómoda para competir, y es que como ha explicado a la televisión alemana Sarah Voss, de pequeña no veía ningún problema en el traje ajustado, pero los conflictos llegaron "cuando comenzó la pubertad, cuando tuve la regla, comencé a sentirme menos cómoda".
La sexualización que hay tras ciertos uniformes deportivos
Además, las gimnastas han denunciado que, muchas veces, al público de su deporte lo atrae más este tipo de uniformes que la disciplina en sí. Incluso la Federación Alemana de Gimnasia ha apoyado a las jóvenes, y ha calificado a esta nueva vestimenta como toda “una declaración en contra de la sexualización”.
Desde los usuarios en redes hasta figuras y personalidades del deporte han apoyado esta iniciativa que han promovido las competidoras y que hasta ahora solo estaba disponible en caso de religión. Este uniforme que cubre hasta las piernas también podrá significar una reducción, como han asegurado, de los casos de abuso sexual dentro del mundo deportivo, como fue el sonado caso del médico y osteópata de la selección de gimnasia estadounidense, Larry Nassar, que fue denunciado por más de 100 atletas.