El Gobierno intenta que la detención de Puigdemont no afecte a los Presupuestos ni a la Mesa de Diálogo

Madrid

El Gobierno no está dispuesto a que nada empañe su apuesta estratégica a medio plazo para normalizar la relación política con Cataluña. Ni siquiera la detención del expresidente, Carles Puigdemont, en Cerdeña (Italia). La implicación personal del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del president, Père Aragonés, quedó patente en la última reunión de la Mesa de Diálogo en Cataluña cuando ambos líderes se comprometieron a seguir adelante “sin plazos” el tiempo que haga falta. Además, reconocieron que el proceso será largo y difícil.

El ambiente ahora en La Moncloa es de mucha prudencia ante lo que puedan decidir las autoridades italianas. Pero si hay una convicción clara entre varias fuentes gubernamentales y socialistas: el diálogo es con ERC y este cauce se va a preservar, al menos por parte de los socialistas. Los dirigentes consultados por la Cadena SER en estas últimas horas opinan que las primeras reacciones políticas de ERC y Junts por la detención de Puigdemont y las primeras movilizaciones en la calle responden a “una guerra entre ellos”, no con el gobierno central.

Por eso, el trabajo discreto con ERC seguirá, como es habitual, en las negociaciones presupuestarias de cara a cerrar el anteproyecto de los Presupuestos Generales a finales de mes o principios de octubre, que son las fechas que maneja el PSOE para aprobar las cuentas publicas en el Consejo de Ministros.

En paralelo, se intentará “aislar” el funcionamiento también discreto de la Mesa de Dialogo, aunque las fuentes consultadas son conscientes del “ruido” que genera en la opinión pública la batalla interna dentro del gobierno catalán por la apertura del diálogo con Madrid y ahora por la detención de Puigdemont.