Iceta cierra el lío de Bellas Artes con el nombramiento de Isaac Sastre de Diego

El ministro de Cultura ha puesto fin, de momento, a la polvareda surgida en la dirección general de Bellas Artes la semana pasada. Lo ha hecho con el nombramiento, a través del Consejo de Ministros, de Isaac Sastre de Diego, como nuevo director, tras la misión de la anterior directora de esta unidad, María Dolores Jiménez-Blanco. Esa dimisión se debía, por un lado, al deseo de Jiménez-Blanco de volver a la universidad, pero también a discrepancias sobre el traslado de piezas del Museo Arqueológico Nacional a sus comunidades de origen como motivo de la dimisión. Entre esas piezas estaba la siempre polémica Dama de Elche, entre otras.

Sastre de Diego era hasta hoy vocal asesor del gabinete del secretario general de Cultura y Deporte. El nuevo director general de Bellas Artes es funcionario -pertenece al Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos del Estado-, fue número uno de su promoción (2016) y cuenta con un currículum irreprochable.

Es licenciado en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y cuenta con un doctorado en Prehistoria y Arqueología, con calificación sobresaliente cum laude. Actualmente ejercía como vocal asesor del Gabinete Técnico del secretario general de Cultura y Deporte, Víctor Francos.

Previamente ha ocupado el puesto de jefe del Servicio de Arqueología en el IPCE (Instituto del Patrimonio Cultural de España) y diversos cargos en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. También ha sido investigador doctor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Cuenta, además, con experiencia de investigación posdoctoral en la Universidad de Oxford (Reino Unido), y estancias en la Escuela Española de Historia y Arqueología de Roma (Italia), en Zagreb (Croacia) y en el Museo Pérgamo de Berlín (Alemania).

Sastre de Diego es experto, entre otras áreas, en Patrimonio Cultural, Arqueología y Patrimonio, y en Arqueología y Arquitectura de la Edad Antigua tardía y la alta Edad Media