Abocados a la tercera dosis: los expertos responden si los españoles están preparados para recibir la vacuna

Algo más de cuatro millones de españoles no se han vacunado contra el coronavirus. Suponen el 10% de la población diana, es decir, de los mayores de 12 años para los que está autorizada. La pregunta es por qué. Sanidad quiere establecer un perfil, aunque este puede ser puede ser muy diverso. Bien sea por rechazo, dejadez o simple hartazgo una de las incógnitas de cara este invierno es saber qué tasa de cobertura alcanzará la tercera dosis en los grupos indicados. Sanidad ya la ha aprobado para los mayores de 60 años y sanitarios. Y se ha constatado que los brotes que comenzaron tras el verano en las residencias se han controlado después de poner las terceras dosis. Además, este miércoles, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades ha advertido de un «muy alto riesgo» por COVID a no ser que se apliquen de inmediato medidas de salud pública , se incremente la tasa de vacunación y se ponga una nueva dosis de refuerzo. «Los países deberían considerar una dosis de refuerzo para todos los adultos de más de dieciocho años, con prioridad para las personas mayores de cuarenta años,» ha indicado el organismo europeo. Una de las incógnitas será el grado de aceptación entre la población. El epidemiólogo y experto en salud pública, Javier Del Águila no cree que vaya a haber rechazo entre la población para inocularse la tercera dosis En España, el 90% de la población diana tiene al menos una dosis y el 89% cuenta con la pauta completa. Como curiosidad, Melilla es el territorio de España con menor tasa de vacunación con un 78% de personas con pauta completa frente a Galicia, que alcanza el mayor porcentaje con un 93%. «Para vislumbrar qué puede pasar con la tercera dosis y su grado de cobertura es bueno partir de lo que ya ha pasado en España con anterioridad. Es decir, que la aceptación ha sido masiva. De hecho, casi absoluta en la franja superior a los 50 años. No creo que haya ninguna razón para pensar que todas esas personas que habían acudido en masa a recibir sus dos vacunas vayan ahora a rechazar la tercera, sobre todo porque está enfocada ahora a personas mayores y vulnerables y en las que puede haber cierta evidencia de que una tercera dosis aumenta la protección», explica. El contexto de la pandemia ahora en España es bien distinto a lo que está ocurriendo en el resto de Europa. «En los países de nuestro entorno son amplias capas de la población las que rechazan por completo la vacuna. Además, lo hacen de forma agresiva y violenta que es lo que estamos viendo en Alemania y Austria. Aquí no ocurre esto. Somos diametralmente opuestos. Nuestra población demanda vacunas. No solo las del COVID. Solo hay que mirar la historia reciente. La población española tiene una fe absoluta en las vacunas. Esto tiene muchas causas, pero desde luego que la población española quiere vacunas», asegura el epidemiólogo. El presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García, ha dicho en «Hora 14» que las altas tasas vacunales en España y el mantenimiento de medidas como las mascarillas están controlando la pandemia. «Lo prioritario sigue siendo vacunar, vacunar y vacunar. El virus ahora está circulando mucho y seguiremos con esta tendencia alcista». Sobre la tercera dosis, Amós García, ha explicado que tiene clara la necesidad de inocularla en los mayores de 60 años debido a que su sistema inmune está más débil. «Para el resto de ciudadanía no veo por ahora tanta evidencia científica, excepto la ofrecida por Israel. No digo con esto que no se vaya a hacer de forma universal». El vacunólogo ha insistido en la necesidad de que se vacunen los que aún no han recibido ninguna dosis: «De los cuatro millones de españoles no vacunados, la mayoría no son negacionistas. Hay una gran parte que no se vacunan porque por su edad no creen que estén en peligro. Y luego hay otro tanto por ciento que tienen miedo a las vacunas. Sentido común y evidencia científica es lo que hace falta en este momento». Por ahora, Sanidad ha autorizado la tercera dosis para los mayores de 60 años. «Tenemos indicios de que son los que se pueden beneficiar. En los demás aún no está muy claro. Debido al sistema inmune es cierto que los mayores son más vulnerables a ciertos patógenos ya que su sistema inmune está más debilitado», ha recordado. Javier Del Águila confía que la vacuna del coronavirus no se quede de forma anual como la de la gripe: «En caso de que tenga que serlo, espero que solo sea entre los más mayores. De todos modos, la mejor solución sería que la pandemia a nivel global quedara bastante más controlada. Y la única manera de conseguir eso es hacer que lleguen vacunas a otros países, los que están en vías de desarrollo y no tienen acceso a ellas porque nos las estamos quedando nosotros, los países ricos». El epidemiólogo explica que si no se vacuna la población mundial, se seguirán generando nuevas variantes: «Eso es una realidad. Basta que tengamos una mutación de mala suerte para que todo el esfuerzo vacunal que hemos hecho o hayamos hecho si pasa dentro de un año, nos lo carguemos. Y todo por egoísmo vacunal. Hay que poner la tercera dosis a los vulnerables, pero también hay que tener altitud de miras. Hay que ir más allá de si hay que poner una vacuna de forma anual o no. Lo que hay que intentar es que el virus circule lo menos posible para que se minimicen sus posibilidades de mutación». La psicóloga y vicedecana del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, Timanfaya Hernández, recomienda que las administraciones sanitarias sean muy claras a la hora de transmitir la información sobre la idoneidad de la tercera dosis para evitar el rechazo a la vacuna. «Hay cierto hartazgo entre la población y es normal. La pandemia es una carrera de fondo. Muchos pusieron unas expectativas muy elevadas en la vacuna y creyeron que luego todo iba a volver a ser como antes. Por eso, también estamos observando alguna resistencia a mantener las medidas actuales», asegura. Suiza ha aprobado esta semana una tercera dosis de vacuna para todos sus adultos. En todos los casos piden que hayan transcurrido al menos seis meses desde la última administración. «Una tercera dosis implica que esto no se ha acabado y ser consciente de eso genera frustración y sensación de desconcierto. Puede que te preguntes que si hace falta una tercera, ¿por qué no también será necesario una cuarta? Algunos creyeron que esto acabaría antes, pero es necesario estar preparado para recorrer el camino», asegura Hernández. La pandemia global ha cambiado estilos de vida y ha aumentado las patologías de salud mental. Ansiedad y depresión son los trastornos más comunes. Hernández recomienda acudir al especialista cuando se identifique algún síntoma para evitar que vaya a más. «Asistimos además a un incremento del número de suicidios y de pensamientos suicidas», alerta la psicóloga.

Abocados a la tercera dosis: los expertos responden si los españoles están preparados para recibir la vacuna

El epidemiólogo Javier Del Águila no cree que haya ninguna razón para pensar en un rechazo generalizado y la psicóloga Timanfaya Hernández alerta de cierto hartazgo entre la población

Maika Ávila

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