Todo lo que puede llegar a tu cocina tras la aprobación del grillo como alimento en Europa

MADRID

Llevamos años hablando del potencial alimentario de los insectos, un asunto que, en función de a quien se le pregunte, despierta curiosidad, escepticismo o —directamente— asco. La FAO ya dijo en 2013 que pueden ser una posible solución al hambre en el mundo y recordó, de paso, que no solo forman parte de la dieta diaria de millones de personas en el mundo sino que son una fuente nutritiva con alto contenido en grasas y proteínas.

Una vez abierto el debate, el segundo paso era legislar y, en ese sentido, hay novedades: Bruselas anunció el pasado viernes la autorización de la venta del grillo doméstico ('acheta domesticus') como alimento dentro de la Unión Europea, convirtiéndose en el tercer insecto en ser incluido en esta categoría, tras el gusano de la harina y la langosta migratoria.

"Lo difícil es el tema cultural", asegura el valenciano José Vidal, CEO y socio fundador de la empresa Nutrinsect, con sede en Navarra. "Si pruebas una galleta hecha con un 5% de harina de grillo y no te lo dicen, ni notas la diferencia".

La harina de grillo es un producto de alto valor proteico (alrededor del 70%) que, al compararse con la carne de ternera, por ejemplo, presenta varias ventajas: "Apenas hay huella de carbono y, si para producir un kilo de ternera hacen falta 10.000 litros de agua, para un kilo de harina de grillo no necesitamos más de 2", explica Vidal.

Barritas, pasta y masas de pizza

El empresario valenciano, que empezó a desorrallar su proyecto en 2014, asegura que la decisión de la Comisión Europea puede suponer un antes y un después para el consumo de este producto en España. Hasta ahora solo podía comercializarse si se había producido en países con legislación previa sobre el uso de insectos en la alimentación humana (en Europa, Francia, Bélgica y Holanda, por ejemplo). Por eso algunas empresas, como Insectfit (ahora Trillions), ya comercializaban barritas energéticas. Los supermercados Carrefour de España, de hecho, llegaron a contar con 10 referencias a base de insectos en sus tiendas: barritas energéticas, snacks, aperitivos, pasta, granolas...

Pero Vidal cree que la decisión de Bruselas abre definitivamente las puertas al uso de la harina de grillo para la alimentación humana: "Pan, madalenas, galletas, masa de pizza... Yo he hecho muchas pruebas y me gusta todo", asegura.

Lo habitual es incluir una pequeña proporción de harina de grillo en preparaciones tradicionales, logrando un incremento notable del contenido proteico sin apenas alterar su aroma y su sabor. Por eso, una vez superado el prejuicio cultural

Un sector en auge

En España ya hay varias empresas que se dedican a producir insectos, pero hasta ahora la mayoría se han centrado en el gusano de la harina, siendo Nutrinsect una de las pocas que se han especializado en el grillo. Por eso es de esperar que su crecimiento sea rápido. Como el ciclo vital de este insecto es de unos 60 días, la empresa navarra ha pasado de 40.000 grillos a 12 millones en solo ocho meses y ya prevé pasar de 400 a 2.000 metros cuadrados en 2023.

Bruselas había propuesto su autorización tras conocer la valoración estricta de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que concluyó que el consumo de este insecto es "seguro". Los productos que contengan este nuevo alimento estarán debidamente etiquetados para señalar cualquier posible reacción alérgica. Su autorización para el consumo alimentario se enmarca dentro de la estrategia de la UE 'De la granja a la mesa', y persigue identificar fuentes de proteínas alternativas para promover el cambio hacia un sistema alimentario más sostenible.