"Entiendo la libertad de no querer ir a votar, pero significa abrirle paso al fascismo": la encrucijada de los franceses al elegir entre Macron o Le Pen

París

Francia decide este domingo su futuro y se la juega en Europa. La Unión Europea mira con recelo la segunda vuelta electoral que dará la victoria al liberal Emmanuel Macron o a la ultraderechista Marine Le Pen. Si en la primera vuelta triunfó la abstención, en la segunda cita electoral será decisiva. Macron salió ganador de la primera ronda y las encuestas lo postulan como favorito entre los franceses, pero Le Pen le pisa los talones y cada vez está más cerca de arrebatarle la presidencia.

Ambos candidatos ya vivieron un primer cara a cara en las presidenciales de 2017. Entonces, Macron logró un 66 por ciento de los votos y Le Pen se tuvo que conformar con menos del 34 por ciento, pero el escenario político, económico y social de entonces no es el mismo que el de ahora, ni dentro ni fuera de las fronteras galas. Temen al fantasma de la desmovilización electoral y que no valga con el hecho de que prácticamente todos los candidatos derrotados en primera vuelta.

Por su parte, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon quedó en tercera posición y tiene grandes simpatizantes que se verán obligados a elegir entre Macron para imponer un cordón sanitario a la extrema derecha o la abstención que podría perjudicar al sector de la izquierda si gana Agrupación Nacional, el partido de Le Pen. La sociología urbana parisina ayuda a entender las tendencias electorales en un país en el que la gran ciudad es un granero de votos menor para la ultraderecha que la periferia o la Francia rural.

"Es elegir entre la peste y la cólera"

"Habíamos puesto toda nuestra esperanza en Mélenchon que no se ha clasificado por muy poco y aquí estamos indignados porque tememos por nuestro futuro", decía Emma, una joven de 19 años que reside en el barrio latino de París. Emma no se siente representada por ningún candidato y se siente frustrada ante la elección de este domingo por asegura que es elegir "entre la peste y la cólera".

El distrito de Saint-Germain-des-Prés, una de las zonas más ricas de la capital, es bastión de Macron donde gana por goleada. De hecho, Annabela reconoce haberle votado y también confiesa que está de acuerdo con Le Pen en algunas cosas: "Puedo entenderla en algunos aspectos, pero me preocupa por nuestra democracia".

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Sin embargo, otros franceses recelan de las ideas de la candidata de Agrupación Nacional y les preocupa que pueda llegar al Elíseo: "Hace tiempo que tenemos este debate en Francia y hace tiempo que vengo escuchándolo y me inquieta. Y si una gran parte del país tiene esas ideas extremas, tenemos un problema", afirma un ciudadano.

Si en lado izquierdo del río Sena arrasa Macron, en el otro se sitúan barrios más humildes donde Mélenchon es su líder preferente. De hecho, en esta zona impera el desconcierto porque muchos se debaten entre votar en blanco, abstenerse o votar a Macron para evitar que gobierne la extrema derecha. "Entiendo esta libertad de no querer ir a votar o votar en blanco, pero significa abrirle paso al fascismo", comenta una mujer.

En Montparnasse, la mayoría de los ciudadanos apoyan a Le Pen y de hecho, simpatizantes de la extrema derecha se han estado manifestando durante semanas en contra de las medidas sanitarias de la pandemia y de Macron. Aunque no todos comulgan con las ideas de la ultraderechista. "Hay que evitar que llegue al poder, no tienen una política coherente", dice un camarero que trabaja en la plaza donde tienen lugar las protestas.

La capital francesa está muy dividida y no hay unanimidad a la hora de elegir candidato. Por eso, este domingo habrá gran incertidumbre en los resultados, pues la ventaja entre Macron y Le Pen cada vez es más pequeña y puede haber sorpresas de última hora. Los votantes de Mélenchon tendrán la clave en estos comicios pues decidirán si apoyar al presidente francés para evitar a la ultraderecha o abstenerse.