Paco Sánchez-Montes, catedrático de la UGR: "Nos interesamos más por la historia cuando empezamos a ser historia"

Habla con pasión y serenidad. El conocimiento sosegado, sin imposiciones, que viaja suave, redondeando mensajes nítidos, mecido en una voz melodiosa acaso interrumpida por una sonrisa retórica. Hay brillo en sus ojos. Resulta estimulante escucharle siempre, en clase, en la radio, en un paseo por la Grand Place de Bruselas, explicando la huella del Emperador, el eco en la humanidad del Imperio y de Los Tercios. Paco Sánchez-Montes, catedrático de Historia Moderna y de América por la Universidad de Granada, acaba de ingresar en la Academia de Buenas Letras de Granada, institución que protege y divulga la historia de Granada desde hace más de dos décadas. "Muy agradecido y con afán de aportar", dice en la entrevista sobre su entrada en una institución "que no es un castillo cerrado sino que tiene un compromiso social abierto de transmitir la cultura".

Durante la charla, se adentra en la huella eterna que Carlos V dejó en Granada, y que se materializa en los cinco siglos que está cumpliendo la Universidad; explica las consecuencias que para Granada supusieron los avatares del complicado siglo XVII; se detiene en Felipe II, en cuyo reinado Granada comenzó a perder importancia; rememora el viaje a Granada de Felipe IV y su corte, con el valido Conde Duque de Olivares al frente, dejando una estela de fastuosos gastos y anécdotas como la denominación de Puerta Real al final de la alameda sur de la ciudad, nombre que hoy perdura, o la demolición de casas aledañas a La Alhambra para posibilitar el viraje del carruaje regio.

¿Tiene sentido el Reino de Granada más allá de Andalucía, autónomo e independiente? La respuesta, sabia y serena, en la figura de Francisco Sánchez Montes, nieto de docentes, hijo de historiador, que añade a su currículum "impartir clase a nuestros mayores" en el aula de formación activa de la UGR desde hace más de 15 años. "Nos interesamos más por la historia cuando empezamos a ser historia. Les apasiona venir a clase", dice entregado a un entusiasmo correspondido.