Bernardo Guzmán Montoro

Yo me pregunto si se pueden buscar soluciones o debemos resignarnos y encomendarnos al santoral.

Al margen del fondo que, sin duda, es lo más importante, la polémica y la contestación tiene otras derivadas, entre ellas, la de cómo puede afectar a los diversos partidos políticos

Gobierno y oposición, patronal y sindicatos empresarios y trabajadores aplauden una decisión que da confianza y esperanzas para la factoría

Muchas esperanzas depositadas sobre él que no puede defraudarlas.

Se debería aprovechar la tramitación de una nueva ley para consensuar un texto que compaginara la actividad del sector, evitara agravios entre las diferentes fórmulas y, sobre todo, fomentara un juego responsable y la protección de los menores

En la Comunitat entre la primera y segunda edición del Botànic pasamos de una a dos vicepresidencias y de 10 a 12 consellerías

Hay que seguir exigiéndole acelerar las obras pendientes y garantizar la puntualidad y fiabilidad del servicio

A Isabel Bonig y a los suyos hay que recordarles que, además de la legítima e imprescindible tarea de oposición, se les exige plantear una alternativa de gobierno, aunque sea para dentro de más de 3 años.

Al menos para no confundir con el nombre les propongo un cambio de nombre. Mantengan lo de Esquerra pero, por favor, eliminen lo de Unida.

Tendremos que esperar para salir de dudas.

Permítanme hoy aconsejar especial prudencia a los usuarios de esta importante vía

Despejada la incógnita ahora habrá que esperar los movimientos del otro sector del socialismo valenciano, el representado por Pedro Sánchez y José Luís Ábalos

Yo sin embargo creo que, como se ha demostrado sin ir más lejos en los últimos comicios, con ese listón han accedido hasta el parlamento valenciano nada más y nada menos que seis grupos, un número que considero ya de por si suficiente

Una noticia sin duda muy positiva para nuestra Comunitat después de muchos años de reivindicación

Ante un escenario tan incierto, a los socios de nuestro Consell, todos ellos favorables a ese acuerdo, cabe recomendarles mucha prudencia en sus pronunciamientos no sea que los acontecimientos y las reacciones les dejen como el caganer del belén, es decir, con el trasero al aire.

La aprobación de los presupuestos va a salir de nuevo adelante sin mayor problema por quinta vez consecutiva desde que en 2015 se produjera el cambio político en nuestra Comunitat.

Parece ser que un lustro después de que los actuales dirigentes del Consell hayan accedido al poder no han querido o podido resolver el problema de los desahucios.