¿Hay más dinosaurios en Cuenca? Este verano se estudiará otro yacimiento

El proyecto Chikuto es una iniciativa de los vecinos de las localidades conquenses de Casas de Garcimolina, Algarra y Landete para llevar a cabo una investigación paleontológica en un paraje determinado de la Serranía de Cuenca y, a la vez, es un homenaje a un vecino ya fallecido, amante de los fósiles y del conocimiento. “Chikuto era un joven punki de Landete que dedicaba sus ratos libres a la búsqueda de fósiles en la Serranía de Cuenca”. Así se explica en el vídeo difusor del proyecto que pretende llamar la atención a través de redes sociales de esta iniciativa. Pero vamos a contar la historia desde el principio. “Chikuto era muy aficionado a los fósiles y siempre nos ha acompañado en nuestras campañas de excavaciones en Las Hoyas”, explica la paleontóloga Ángela D. Buscalioni, profesora de Biología en la Universidad Autónoma de Madrid, que lleva décadas dirigiendo los trabajos en ese yacimiento donde se han localizado fósiles tan importantes como iberomesornis o concavenator corcovatus. “Era muy buen docente para los alumnos que venían a las campañas, les explicaba muy bien cómo se abrían las rocas. Todo lo que él iba encontrando nos lo hacía llegar”. Así fue cómo llegó a conocimiento de los investigadores de los yacimientos conquense la existencia de un lugar en Casas de Garcimolina donde aparecían fósiles de helechos y peces. Chikuto compartió su afición con un vecino del pueblo, Julián Montesinos, albañil de profesión, octogenario en la actualidad, que ha sido quien, tras el fallecimiento de Chikuto, ha animado a la asociación de mujeres El Sabinarejo de su pueblo para promover este proyecto. “A pesar de sus años, es muy activo. Está a tope”, nos cuenta Anabel Blas, miembro de esa asociación. “Nos pidió ayuda porque nosotras ya nos habíamos movilizado para otras causas por el beneficio del pueblo como el arreglo de la carretera. Él tenía la espinita de que Chikuto le había dicho que aquello era un yacimiento paleontológico y que había que moverlo de alguna manera. En el pueblo hay también mucha afición a la paleontología y enseguida nos dijeron que adelante, que había que moverlo”. De esto hace dos años, un tiempo “en el que hemos llamado a muchas puertas hasta dar con la doctora Buscalioni que enseguida nos dijo que venían a verlo y les pareció que tenía muchísimas posibilidades”, explica Anabel. “Desde entonces hemos trabajado en la campaña de promoción del Proyecto Chikuto para recaudar fondos, hemos vendido camisetas y, a la par, hemos avanzado en las gestiones para conseguir subvenciones y permisos”. Permisos para los que eran necesarios los Ayuntamientos tanto de Casas de Garcimolina como del vecino pueblo de Algarra, ya que ambos consistorios son propietarios del monte público donde se llevarían a cabo las excavaciones paleontológicas. “A través de Medio Ambiente hemos solicitado los permisos y nos han dicho que sí”, confirma el alcalde de Algarra, José Manuel Huerta que comparte el interés en el proyecto. “Sería un atrayente muy bueno para los pueblos como el nuestro en el que, por ejemplo, hay alojamientos turísticos. Según nos han dicho, recibiremos alguna subvención, así que vamos a probar”. También apoyan el proyecto desde la Asociación de Vecinos y Personas Mayores de Algarra. La doctora Buscalioni explica que “ya a principios de los años 90 se hizo un estudio geológico en Casas de Garcimolina que constató que este lugar, que ahora queremos estudiar mejor, era otro pequeño lago, diferente al de Las Hoyas, al de Buenache de la Sierra o al de Uña. Podemos decir que en la Serranía hay diversos puntos que son enclaves importantes de ese paisaje del pasado. Los geólogos ya lo habían descrito, se sabía que había rocas parecidas a Las Hoyas”. Pero, ¿qué saben hasta el momento los paleontólogos de este lugar que proponía Chikuto para su estudio? “Sabemos que ahí hay algunos retos fósiles de fauna y flora semejantes a los de Las Hoyas, helechos, teleósteos, cangrejos, ranas, elementos parecidos a los localizados en otros lugares”, explica Buscalioni. “Pero no tenemos claro en qué punto preciso vamos a encontrar más material o de mejor calidad por lo que tenemos que abordar esta aventura que será en común con la gente de Algarra, Garcimolina y Landete ya que queremos que este conocimiento trascienda a través de los centros educativos para que tengan posibilidad de conocer el patrimonio”. Esta paleontóloga espera que el próximo verano pueda llevarse a cabo “una excavación parecida a la que hacemos en Las Hoyas, con un grupo de gente grande, con alumnos de Biología, con una excavación sistemática, registrando todos los hallazgos para poder tener un estudio más preciso”. ¿Qué puede esconder este yacimiento paleontológico de Garcimolina? Esa pregunta aún no tiene respuesta. El proyecto Chikuto apuesta por dar luz a este lugar. “Estaremos los primeros allí. A sacar piedras, a llevar comida, lo que necesiten”, dice Anabel Blas que trasmite el entusiasmo de todos los vecinos de estos pueblos de la Serranía Baja de Cuenca promotores e impulsores del proyecto Chikuto.

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Un movimiento vecinal en Landete, Casas de Garcimolina y Algarra, el proyecto Chikuto, promueve llevar a cabo nuevas excavaciones paleontológicas

Paco Auñón

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