Miradores de España: un proyecto conquense para reconvertir los silos

Cuenca

Sobreviven en los pueblos como grandes edificios testigos de otro tiempo. En muchas localidades son las construcciones más altas superando a los campanarios. Son los silos de almacenamiento de cereal. En España hay unos mil. Su origen se sitúa tras la guerra civil promovidos por el Servicio Nacional del Trigo, lo que después se denominó Servicio Nacional de Cereales y Servicio Nacional de Productos Agrarios.

Hasta la aplicación de la ley de libre comercio del cereal en España de 1984 el Estado compraba cada producción estival a los agricultores y se almacenaba en estos silos con el objetivo de garantizar el suministro de este producto en todo el país.

Con la liberalización del sector poco a poco dejaron de ser utilizados y se decidió qué hacer con ellos, con varias opciones: devolverlos a los ayuntamientos si se levantaron en terrenos municipales o a los propietarios del suelo si fue por expropiación. Desde entonces cada propietario, incluidas las comunidades autónomas tras el traspaso de competencias, han decidido qué hacer con estos inmuebles.

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Una segunda vida

En Chillarón de Cuenca, localidad a apenas diez kilómetros de la capital de esta provincia, su ayuntamiento creó un centro de escalada con rocódromo incluido. El proyecto se ha convertido en un nuevo recurso municipal que genera actividad y economía cada fin de semana.

En la provincia de Ciudad Real la Diputación impulsó en 2019 el proyecto Titanes que desarrolló Laborvalía y que reunió a 14 artistas murales junto a 450 niños y jóvenes con discapacidad para pintar las amplísimas paredes de los silos de grano. Desde entonces se creó la Ruta de los Silos por localidades como Calzada y Corral de Calatrava, Manzanares con sus dos depósitos, Malagón, Herencia, La Solana, la propia capital ciudadrealeña o Villanueva de los Infantes.

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Miradores de España

Ahora conocemos un nuevo proyecto que busca “dar vida a lo que estaba muerto”, como dice su impulsor, el arquitecto Herminio Prieto Toledo, afincado en la localidad conquense de Palomares del Campo y con quien hemos conversado en Hoy por Hoy Cuenca. “Son como fantasmas gigantes”, dice. “Empecé a dibujarlos y me di cuenta de las posibilidades que tenían por su tamaño y altura. Son contenedores vacíos, sin uso, abandonados”.

A esta reflexión llegó Prieto ante el silo de Tarancón (Cuenca), uno de los más grandes de esta provincia con 70 metros de altura. “Sí es cierto que algunos han encontrado otra utilidad”, nos cuenta y enumera algunos ejemplos en esta misma comarca manchega: “En Torrejoncillo del Rey se usa aún como silo y uno de los dos de Saelices también. En Carrascosa del Campo, una sala adjunta al edificio principal su utiliza como teatro”.

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El silo de Tarancón

Con esta inquietud, este arquitecto ha diseñado el proyecto Miradores de España que ya presentó el pasado 3 de julio al Ayuntamiento de Tarancón. “Creo que el uso que pueda dársele debe ser público”, explica. “En este caso de Tarancón, estimo un presupuesto de unos quince millones de euros para un edificio inteligente, autosuficiente, sostenible. Son inversiones que se pueden amortizar a corto plazo si se destina el inmueble, por ejemplo, a residencia de mayores que, en este caso, podría tener hasta 120 habitaciones”. Eso es lo que propone Prieto, reconvertir los silos en hoteles o residencias.

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Miradores de lujo

Lo del título de Miradores de España hace referencia a que “planteo la reutilización de las azoteas como miradores”, dice, “como espacios en los que se relacionan los residentes de estos edificios, con una cafetería, con piscinas al modo de los grandes hoteles que hay por todo el mundo".

"Desde el silo de Tarancón", añade, "las vistas son espectaculares sobre el campo manchego. Incluso pueden servir esta ubicación de altura para la vigilancia de incendios forestales”.