Lo que la censura no dejó oír en Radio Ciudad Real EAJ-65
Coincidiendo con el centenario de la Cadena SER conocemos cómo vivió la época de la censura la emisora decana de la provincia y el cambio de programación que hubo el día que murió Francisco Franco
Lo que la censura no dejó oír en Radio Ciudad Real EAJ-65
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Ciudad Real
La radio en España cumple 100 años y 90 cumple la radio en Ciudad Real donde las primeras emisiones comenzaron desde la calle Alarcos. Allí estaba la sede de la EAJ-65, la radio que hizo historia y que fue el germen de la Cadena SER en Ciudad Real.
Radio Ciudad Real EAJ-65 se inauguró el 9 de diciembre de 1934, tras concederse la licencia de apertura dos años antes a la Empresa Radioeléctrica, propiedad de Eduardo Valentín Maroto y Francisco Fernández Tejeda. Su inauguración fue descrita como "un solemne y a la vez entrañable acto", según decía la prensa del momento. Comenzó a las diez de la noche con la intervención de las principales autoridades locales y provinciales y concluyó a la una de la madrugada con el 'Canto a la Mancha' de Marcos Redondo.
A partir de ese momento, una voz, la de Elsa Vela, -la primera locutora de radio de Ciudad Real-, y esposa de Fernández Tejeda, daba la bienvenida a las emisiones cada día.
Muchos avatares fueron los que sufrió la emisora, que desde el año 34 vivió diferentes etapas, incluida la Guerra Civil, la posguerra y la dictadura, periodo en el que "la falta de libertad impedía a un medio de comunicación tan vivo como la radiodifusión conectar con la problemática social de la época", como recogía un estudio sobre los Orígenes de la Radio en Ciudad Real, elaborado por el historiador Isidro Sánchez, junto a Francisco Alía y Gustavo Prieto.
"Las noticias eran realizadas en Madrid, obligando a las emisoras locales a conectar dos veces al día con los servicios informativos de Radio Nacional de España", explica Isidro Sánchez.
Tal era el control, que tenían que mandar a la entonces delegación provincial del Ministerio de Información y Turismo los cuadernos de programación cumpliendo con la Ley de Prensa, la conocida como Ley Serrano Suñer, aprobada en la Guerra, que siguió en vigor hasta el 66 y que imponía la censura previa.
Elsa Fernández-Tejeda Vela, hija de los propietarios y fundadores de Radio Ciudad Real recuerda que en esos cuadernos de programación aparecía también una relación de los discos que se emitían.
Santiago Amores, locutor de la mítica emisora en una primera etapa, entre los años 1964 y 1980, en una ocasión recibió la orden del director Francisco Fernández Tejeda de localizar todos los discos que tenían de Serrat.
Y es que fueron muchos los cantantes vetados por la dictadura por las letras de sus canciones o por algún acto incómodo para el régimen. Órdenes que eran acatadas, porque el miedo, era una constante, por temor al cierre de la emisora.
La censura se flexibilizó, en parte, con la entrada en vigor de la Ley Fraga en 1966, que vino a dar cierta libertad a la prensa. Acabó la censura previa, aunque había que seguir enviando a la Delegación de Información y Turismo la grabación de todas las emisiones diarias de radio, en las que no había informativos locales. Eran "notas informativas" que se leían del Diario Lanza.
Radio Ciudad Real EAJ-65 tenía en aquellos años una programación básicamente de entretenimiento con emisiones de programas tan populares como los Discos Dedicados o Alegrando su trabajo.
Día a día de una programación que se vio alterada el 20 de noviembre de 1975. Ese día se elaboraron, no uno, sino dos cuadernos de programación, como explica Pilar Gil García, directora del archivo de la UCLM, que guarda una pequeña parte de la documentación de la EAJ 65 Radio, lo que quedó tras su desaparición, y que fue donado a la universidad regional a mediados de los años 90.
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La mayor parte de ese material son los cuadernos índices de programación de los años 70 y parte de los 80, entre los que se encontraban los del día de la muerte de Franco. Uno, con la programación que previamente se había visado en la Delegación Provincial del Ministerio y otro, anulando cualquier programación prevista para ese día en el que se radió, sobre todo, música clásica.
Pero muerto Franco, la libertad de expresión no llegó de un día para otro. En el caso de esta emisora no fue hasta años después cuando se contrató a un periodista, Juan Carlos Rodríguez, quien años después pasaría a formar parte del equipo de Iñaki Gabilondo en la SER.
Fue el año en el que se comenzaron a emitirse las leyes que garantizaban el derecho de todos los ciudadanos a la libre información, poniendo fin a las limitaciones impuestas a la libertad de expresión.