Una vida entera trabajando de cara al público en Aranda de Duero

Aranda de Duero

Cada vez que el abuelo iba desde el pueblo hasta Aranda, en bici las más veces o aprovechando el viaje de algún de vecino si había suerte, solía comprar alguna bacalada que disfrutaba después con mimo y rutinas bien asentadas en sus hábitos y memorias. Subir a la bodega a por el vino fresco para comer o cenar o simplemente a ver cómo evolucionaba el cubillo hecho con el mejor de los deseos y criterios aprendidos de la tradición era todo un ritual. Y para ello, tantas veces, se acompañaba de una lasca de bacalao y un pedazo de hogaza de pan. Era un ritual: el porrón o el jarro cerca, el currusco de pan sujeto entre el brazo y el costado, y la lasca de bacalao en la mano para ir pellizcando un trozo de cada y humedecer la sal con el frescor del vino. Hábitos en el entorno de la conversación y el noticiario de la vecindad.

Hablaba el abuelo maravillas de un chaval muy joven que le servía las bacaladas y le atendía en el comercio de coloniales tan bien que daba gusto visitarlo en cada ocasión. Y aquel chaval, mira por dónde, es nuestro compañero del ‘Viaje por la memoria’ de hoy. Muchos años de dedicado servicio a la clientela ribereña hacen de él un reconocido referente en los coloniales, supermercados y pescaderías de Aranda. A buen seguro todos los oyentes podrán cara y gesto de simpatía, empatía, perseverancia en el buen y en bien hacer, conversación y profesionalidad a BENJAMÍN MARTÍNEZ DOMINGO.

Un trabajador hecho a sí mismo

Tras esta introducción de Ausen Frutos, saludamos a alguien que ha trabajado tantos y tantos años de cara al público. "Desde que empecé siendo un crío con 15 años en la tienda de Doroteo San Juan ha pasado mucho tiempo. He conocido a mucha gente, que venía sobre todo a por su bacalada", explica alguien que muy pronto -demasiado- tuvo que capear con la pronta muerte de su padre. Le cambió la vida de lleno. "Necesitaba trabajar. Con 9 años me pilló, mi hermano tenía 3, y mi hermana casi recién nacida. Hablándolo con mi madre buscamos opciones. Y surgió lo de trabajar donde Doroteo", expresa. Así, acompañado por alguien de su pueblo -Hontoria de Valdearados-, bajaba cada día a trabajar a Aranda. Eso le hizo madurar, aunque tampoco "cortarme mucho en la infancia" a la hora de disfrutarla. "Yo a mis hijos se lo cuento un montón de veces, porque parece que ahora es sacar la mano y coger, cuando antes te lo ganabas y como podías", añade.

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Tras su 'estreno', Benjamín ha pasado por muchos otros lugares en estos 50 años. "Cuando vengo de la mili con 21 años, quien estaba en Doroteo San Juan me dice que me va a poner de encargado en un almacén mayorista. Estoy unos 5 años; ya tenía novia e idea de casarme. Después llega la cadena Centra y me sumo a los supermercados Masymas, como encargado de sala en uno de ellos. Y tras un tiempo el que está de encargado como pescadero, que hoy día es mi jefe, se va para montar su negocio y a mí me dice que tengo que hacer esa labor. Y empieza mi labor en la pescadería, donde estoy 3-4 años. Doroteo entra en suspensión de pagos, la empresa se va al garete, y lo absorben los Spar. Tras un año o año y medio me viene a buscar mi actual jefe. Aumenta su negocio si yo le digo que me voy con él. Y acepto. Creo que he elegido bien", explica, en referencia a José Luis, el CEO de Freshmar, y donde Benja ha sido una de sus caras visibles.

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Vida como alcalde

Su pueblo es su castillo. Y se 'engañó' a sí mismo para ser alcalde durante una legislatura. "Siempre me ha gustado hacer cosas por mi pueblo, y en mi pueblo. Porque soy inquieto. He hecho hasta teatro. Estoy pensado en relanzar hasta lo de la francesada, que es algo que surge a través de la idea de un cura del pueblo, y es la representación de una emboscada que hubo en Hontoria de un guerrillero a las tropas francesas", detalla, si bien se dejó de hacer hace unos años. "No me ha dejado mal poso ser alcalde, pero es verdad que es algo que pensaba que sería diferente. Es peor ser alcalde en un pueblo, es ser el centro de todos. Dicen que entras con 99 amigos y sales con 99 enemigos. Pero eso no es así. La gente me sigue hablando y queriendo", prosigue.

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Fútbol

Para Martínez el fútbol también es parte de su vida. Su última acción fue tratar de colaborar para salvaguardar la situación de la Arandina. "Llevo años siendo socio y me da mucha pena que un equipo conocido al que todo el mundo quería venir a jugar, eso ya no ocurra, por culpa de los dirigentes que ha habido, que quizá no hayan hecho las cosas como debían. Se ha intentado tratar de salvar o volver a hacer que la gente se acerque al club, pero no ha sido posible. Estando la misma gente al frente, veo difícil que pueda tirar adelante. Hay mucha desafección", lamenta, considerando que quizá la clave para el futuro, es "hacer borrón y cuenta nueva".

Por razones médicas, Benja ahora está de baja -ha sufrido dos ictus en los últimos años-, pero desea recuperarse plenamente, para poder seguir desarrollando ese don de gentes que lleva en la sangre, manteniéndose feliz, y finiquitando una vida laboral que le ha brindado muchas amistades, fruto de su simpatía, pero también experiencias que le permitirán seguir ahondando en un gran conocimiento vital.

El Viaje por la Memoria de Benjamín, junto a Valentín García y Ausen Frutos, puede reproducirse al completo en el audio superior.