Los beneficios para la salud de una bebida milenaria

Madrid

Para conocer el origen del té, hay que remontarse en el tiempo unos 2.600 años, o quizá más. Porque del siglo sexto o séptimo antes de Cristo datan los primeros documentos que hacen referencia a esta planta: historias en las que se hablaba de sus bondades en la antigua China. Empezó siendo una bebida especialmente apreciada por la nobleza, y llegó a sustituir al vino en los banquetes de la corte y, con el tiempo, se convertiría en la bebida nacional de China.

El primer tratado sobre el té lo escribió en el siglo VIII el filósofo chino Lu Yu, y gracias a las rutas comerciales, el cultivo del té se extendió hacia el este, Japón, y el oeste, Tíbet. Tradicionalmente, el té se preparaba hirviendo pastillas de hojas prensadas, mezcladas con mantequilla y sal. La forma en la que ahora lo tomamos, infusionado en agua, no se introdujo hasta tiempo después.

La Compañía de Indias Orientales

A través de libros y tratados, occidente empezó a conocer la existencia de una planta oriental que calmaba dolores y favorecía el buen funcionamiento del aparato digestivo. Fue a principios del siglo XVII cuando la Compañía de Indias Orientales trajo el primer cargamento de té a Europa, y en 1657 abrió el primer salón de té en Londres, donde se utilizaba esta planta realizar transacciones financieras.

Desde entonces, el té continuó su expansión, llegando a todos los rincones del planeta, y haciendo que algunas zonas geográficas crearan su propia manera de prepararlo. Su nombre científico es 'Camelia Sinensis', y se puede clasificar dependiendo de su proceso de secado, fermentación u oxidación.

Los tipos de té y sus propiedades

Del té blanco al negro, pasando por el verde, el rojo o el azul, cada uno tiene sus características, particularidades y efectos beneficiosos. Y también sus distintas cantidades de cafeína, siendo el blanco el menos excitante, y el negro el de mayor poder estimulante. Entre las propiedades terapéuticas que se le atribuyen están: su poder antioxidante y depurativo, sus beneficios en el control del colesterol y la hipertensión, el alivio de las enfermedades de la piel o su capacidad de estimular el cuerpo y la mente. Un proverbio de China, la cuna de esta bebida milenaria, ya lo dice: "beber una taza de té al día, hará morir de hambre al farmacéutico".

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