Millana dimite y aleja a Franco del control de la ejecutiva local del PSOE al quedarse en manos de una gestora

Alicante

Sorpresa política que sacude los cimientos del PSOE en la ciudad de Alicante. El actual secretario general local, Miguel Millana, ha convocado una rueda de prensa este jueves para anunciar su dimisión y ofrecer las explicaciones pertinentes. La decisión, que hará pública desde la sede provincial del partido, abre un nuevo capítulo en la compleja dinámica interna de la formación, marcada por el pulso constante por el poder.

La renuncia de Millana es una maniobra calculada con la mirada puesta en la inminente renovación de la Ejecutiva local, que debía decidirse el próximo mes en asamblea. Sin embargo, su salida estratégica allana el camino para constituir una comisión gestora. Una figura de transición que quedará bajo la supervisión directa de las cúpulas provincial y autonómica del partido y que, previsiblemente, podría alargarse hasta las próximas elecciones.

En el trasfondo de esta decisión se encuentra la figura omnipresente de Ángel Franco, el influyente exsenador que, a pesar de los cambios generacionales y las nuevas corrientes, sigue ejerciendo una notable ascendencia en la agrupación alicantina. La estrategia de Millana busca, precisamente, minimizar la capacidad de intervención de Franco, tanto en el próximo congreso comarcal, fijado para el 6 de junio en Sant Joan, como en esa crucial asamblea local.

Distanciados desde septiembre

Millana y Franco se habían distanciado desde el pasado mes de septiembre, a pesar de que el exsenador fue clave en el ascenso de Millana a la secretaría general hace ocho años. Según Millana, por su intento de construir puentes con todas las familias del partido en Alicante durante el pasado Otoño. Algo que no gustó nada a Ángel Franco.

Según el todavía secretario general, su dimisión y la creación de una gestora cuenta con el respaldo de las direcciones superiores del partido y busca unificar un partido que lleva décadas desangrándose por las pugnas internas. Un paso que se interpreta como el último intento de dejar el futuro del partido en manos de la secretaria general autonómica, Diana Morant. Hay que ver si este paso será suficiente para arrebatar el control local del partido a un Ángel Franco que, aunque en la posición más débil de los últimos años, seguro que aún no ha dicho su última palabra.

De hecho, su reconocida habilidad para forjar acuerdos entre las distintas facciones del partido sigue siendo un factor a tener en cuenta, como se ha evidenciado en anteriores ejecutivas lideradas por figuras como la propia Diana Morant o su homólogo provincial Rubén Alfaro. Las próximas semanas serán determinantes para desvelar el desenlace de esta nueva lucha interna en el PSOE alicantino.