Inventan como atrapar a los ladrones de aceituna

Antonio Berrio de Iznatoraf y Ricardo Cárdenas de Jaén, son dos jóvenes emprendedores de 34 años que llevan ya tiempo trabajando en la una idea, lograr un sistema que permita detectar aceituna robada. El primero, cuya familia tiene olivos por la zona de su pueblo, también en lugares como Villacarrillo o Villanueva del Arzobispo, sabe de primera mano que el robo de aceituna está a la orden del día. Con esa premisa y lo complicado que es detectar que aceituna es robada para distinguirla de una mercancía que no lo es, se pusieron manos a la obra. Tras darle muchas vueltas, explica Ricardo, llegaron a la conclusión de que lo ideal es que sea la propia aceituna, la que delate a los ladrones. Para ello, han diseñado un señuelo que actúa de chivato cuando un escáner manual rastrea la carga que detecta la radiofrecuencia de la falsa aceituna. Es un pequeño aparato idéntico a las aceitunas reales, por lo que se camuflaría en los mismos olivos a la espera de que el delincuente la recolecte y se encamine a la almazara. Para detectarla proponen que las propias fábricas cuenten en sus líneas de recepción de ese aparato que recibiría la señal de alerta del producto entregado por el socio o cliente. Eso activaría la alarma en caso de ser distinto al propietario que la aceituna delata. Pero además, proponen que este lector, podrían llevarlo en forma de “pistola” la guardia civil y los guardas de campo. Bastaría con pasar el escáner por el cargamento para detectar el señuelo que enviaría los datos de la aceituna, es decir, propietario legal y finca de recolección. El invento ha logrado la patente mundial tras varios años de trabajo, consiguiendo que desde el pasado mes de diciembre, sean estos emprendedores bajo la firma Agrosecurity, los propietarios legales del invento, que puede ser implementado en cualquier otra fruta del mercado, sobre todo las más propensas a ser robadas, como pueden ser la llamadas tropicales, que adquieren un mayor valor en el mercado. Un invento que “es económico”, como defienden sus creadores. Proponen que sean las propias cooperativas las encargadas de la distribución mediante packs de diferentes unidades, siendo la propuesta más básica, una cajita con 3 señuelos por tan solo 3.99 euros, poco más de un euro por unidad y que daría según han calculado, para unos 50 olivos de media. Precio que iría reduciendo según las cantidades a adquirir. Cuentan con el respaldo para su empresa de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía IDEA y el CADE del pal Andalucía Emprende, que les están aportando un plan de negocios para guiar la empresa que han creado con la que poder comercializar su invento, por ahora único en el mercado. Aseguran que su idea está gustando y que tienen ya muchas empresas interesadas, preguntando por el proyecto que ahora busca financiación para despegar. Pero la idea tiene una segunda parte, que complementa la de evitar el robo de aceituna, también garantizar la trazabilidad del producto. Para ello, tienen un según prototipo que incorpora el seguimiento por GPS. Esto permitiría tener perfectamente localizado el producto, desde el árbol hasta la almazara, pudiendo controlar, tanto el propietario, como las almazaras y denominaciones de origen, que esa mercancía proviene del lugar indicado y que por el camino, no se ha detenido para por ejemplo, ser mezclada con aceituna de otras zonas sin protección de los consejos reguladores. Una posibilidad que consideran muy útil, “consiguiendo de esta forma la trazabilidad real del producto y controlando el tiempo de desplazamiento del producto para evitar las posibles mezclas de producto durante el trayecto”.