Frutas "de muerte" que viajan en un coche fúnebre

San Sebastián

José Luis no trabaja en una funeraria, ni trasporta féretros... pero conduce cada día su coche fúnebre por las carreteras de Ordizia y Lazkao. Este peculiar frutero gipuzkoano, utiliza el vehículo mortuorio para su trabajo diario. Donde debiera haber ataudes, él transporta cajas de frutas y verduras. Ni él ni su mujer entienden de supersticiones.

"Para nosotros en un coche normal, el que usamos habitualmente para nuestros desplazamientos y también para nuestro trabajo, repartiendo fruta por la comarca", asegura sin inmutarse.

El coche le gustó desde que lo vió, de hecho, lo intercambió por una Vespa. Después llego el tuneo, tintó las lunas y en lugar de coronas de flores, lleva ristras de ajos en los laterales. Y Un eslogan que le ha hecho muy popular en la comarca; "nuestros productos están de muerte".

Los vecinos ya no se sorprenden cuando ven llegar a un coche fúnebre del que salen cajas de pimientos, fresas o lechugas, aunque al principio no era así. "Nos preguntaban si se nos había muerto alguien, incluso se santiguaban cuando pasábamos por delante..." recuerda Jose Luis.

Gracias a esta original forma de vender fruta, José Luis Amatriain acaba de ganar el premio a la fruteria más creativa de España.