El desfalco de Marbella vuelve a los tribunales

Málaga

Se repite el guion. Dice la fiscalía que a dedo, sin procedimiento alguno, saltándose todas las normas legales y evitando cualquier tipo de control, la era GIL creo una trama para quedarse el dinero de Marbella.

Los hechos que se enjuician este lunes son antiguos. Datan del año 2000. Julián Muñoz siempre a la cabeza dando las órdenes. Por un lado para contratar a dedo a una empresa constructora para las obras de mejora del centro cívico del municipio por 1,2 millones de euros. Todo acordado con el empresario y con la connivencia de concejales y gerentes de empresas municipales con mando en ese negociado. Se facturó el total. Se hizo la mitad. Seiscientos mil euros regalados a la empresa.

Por otra parte. Contratando, también a dedo, a una mercantil para realizar un inventario de los bienes municipales. Nunca se llevaron a cabo los trabajos pero facturaron al consistorio 1,6 millones de euros. El concejal de Hacienda los abonó, el interventor no puso reparos, todos los acusados sabían lo que ocurría.

Solo con esas dos operaciones esquilmaron 2,2 millones de euros a las arcas municipales, dice el ministerio público.

La fiscalía les imputa delitos de prevaricación, fraude en la contratación y malversación de caudales. Junto a Muñoz hay procesados otros 11 responsables municipales, el entonces interventor y cuatro empresarios.

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