Cinco tótems muestran la Guerra Civil y la dictadura en San Sebastián
La señalización pretende divulgar lo ocurrido en la ciudad desde el golpe de estado de 1936 hasta el final de la dictadura franquista en 1975

Cadena SER

San Sebastián
Cinco paneles informativos, con fotografías de la época, han sido instalados en otros tantos lugares de San Sebastián para dar a conocer que fueron testigos de acontecimientos trascendentes para la ciudad durante la Guerra Civil y la represión de la dictadura en España.
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Eneko Goia - Tótems informativos
El alcalde, Eneko Goia, ha dado a conocer este martes en una rueda de prensa esta iniciativa, que ha desarrollado el área de Derechos Humanos dentro de los diferentes programas y acciones que desarrolla de recuperación de la Memoria Histórica.
La señalización, colocada hace unos pocos días, pretende divulgar lo ocurrido en la ciudad desde el golpe de estado de 1936 hasta el final de la dictadura franquista en 1975 con el fin de contribuir a "cerrar las heridas todavía abiertas" y "dar satisfacción" a las personas que sufrieron, directamente o en sus familiares, las consecuencias de aquella "tragedia".
Los paneles tienen forma de mesa embaldosada con la reproducción de una fotografía original de la época tomada en el mismo lugar, junto a un breve texto explicativo en euskera, castellano, inglés y francés.
En un lateral de la Casa Consistorial donostiarra, al pié de una fachada plagada de impactos de proyectil, que no han sido restaurados expresamente, se ubica uno de los nuevos distintivos con una imagen de las milicias populares posante ante el edificio, que entonces era el Gran Casino de San Sebastián.
El hotel María Cristina, que fue ocupado por los militares sublevados, y la plaza Okendo en la que se ubica y donde se libró un fuerte combate como también reflejan sus paredes, acoge otra de las mesas informativas, al igual que el cruce de las calles Larramendi con Urbieta, donde se situó una barricada para contener a los rebeldes, como muestra su correspondiente imagen.
El centro de detención y prisión de mujeres en que se convirtió el colegio San José de la calle Prim y los terrenos del parque de Allende, en Bidebieta, donde se situó un campo de tiro que fue escenario de fusilamientos, son los otros dos lugares de los que se ha dejado constancia histórica.
Goia ha explicado que para la selección de estas ubicaciones, el Ayuntamiento se ha basado en la actividad que desarrolla con los centros educativos donostiarras desde 2015, en el llamado "Recorrido de la Memoria Histórica", a sí como las recomendaciones del informe del Gobierno Vasco "Senderos de la Memoria".




