La brecha salarial de género empieza en casa

Bilbao

Cada día se aprende algo nuevo. Ayer aprendí qué es el coste de oportunidad. Es el coste de la alternativa a la que renunciamos cuando tomamos una decisión. Ejemplo: el coste de oportunidad en casa. Dos de cada tres vascos tienen problemas para compaginar el trabajo con el cuidado de los hijos o mayores dependientes. Las mujeres dedican a esos cuidados una hora y media más al día que los hombres. Consecuencia: esas mujeres o no trabajan o lo hacen durante menos horas.

Detrás de todas las brechas de género en el mercado laboral hay un tema familiar, concluye el estudio de la Fundación ISEAK que dirige Sara de la Rica. La salarial, la más gráfica, es ese 24 por ciento que ganamos menos al mes las mujeres que los hombres.

En resumen. Como dice Claudia Goldin, premio Fronteras del conocimiento: "La desigualdad comienza en el hogar". Y ahí es donde podemos apuntar soluciones, impulsando con políticas públicas la conciliación: bajas paternales igualitarias, escolarización universal de cero a tres años, horarios flexibles...Y con hombres corresponsables en casa. Vuelvo a Goldin, citada ayer por De la Rica: "Los hombres deberían decir a sus empresas que no quieren perderse el cuidado de sus hijos". No es tan difícil, ¿no?