Bajo tierra

Pamplona

Quizá el mayor drama 'vivo' de los asesinatos franquistas en Navarra lo constituye el alto número de ejecutados extrajudicialmente en los meses siguientes al golpe de estado de Franco cuyos restos todavía no han sido localizados. 

"Hay que ser muy prudentes al respecto", afirma José Miguel Gastón, director del Instituto Navarro de la Memoria, dependiente de la consejería de Relaciones Institucionales y Ciudadanas del Gobierno navarro, "pero aunque la cifra no es concluyente, podrían ser unos ochocientos". 800 asesinados en 1939 sin localizar aún en 2019.

Encontrarlos es todavía un reto de futuro. El libro "Bajo tierra, exhumaciones en Navarra", presentado por el Ejecutivo foral, es un tributo más a la deuda histórica hacia las víctimas, sus familias y la verdad histórica.

Libro coordinado por el Instituto  Navarro de la Memoria en el que se recoge toda la información sobre las exhumaciones llevadas a cabo en Navarra desde el mismo 1939 hasta la actualidad.

La publicación ha sido presentada por la consejera de Relaciones Institucionales y Ciudadanas, Ana Ollo,  que ha estado acompañada del director del Instituto y de César Layana, jefe de la sección de memoria del Instituto.

Las exhumaciones llevadas a cabo durante el franquismo, además de las acometidas tras la muerte de Franco, entre los años 1978 y 1980 permitieron recuperar los cuerpos de unos 2.000 asesinados. A esa cifra hay que añadir los restos de otras 122 víctimas localizadas entre los años 2003 y 2015 y los 85 hallados desde 2015 gracias al programa de exhumaciones impulsado por el Gobierno de Uxue Barkos, éstas últimas mediante convenios anuales con la sociedad de ciencias Aranzadi, trabajos científicos que han permitido identificar a 24 personas y entregar los restos a sus familias.

El libro recoge todas las exhumaciones mediante datos, fechas, fotografías, croquis, testimonios personales, documentación. A los testigos directos de aquellos crímenes se ha dirigido la consejera Ollo recordando que nunca es tarde para aportar información que permita localizar a más víctimas. El testimonio, 80 años después, de una mujer, ha permitido recientemente encontrar varios cuerpos en la localidad de Burutain. 

Ante el futuro, Ana Ollo ha repetido: "Venga el gobierno que venga, la sociedad no va a permitir que este trabajo se pare. Hay que avanzar en la recuperación de la memoria y contar lo que pasó a las nuevas generaciones para que nunca, a nadie, le vuelva a ocurrir semejante horror".