El georradar de la UJA ya trabaja sobre el suelo de Jaén en busca de refugios antiaéreos

Jaén

La Universidad y el Ayuntamiento de Jaén colaboran para localizar en el subsuelo de la capital los 33 refugios antiaéreos de la Guerra Civil que todavía quedan por descubrir en la capital. Primero se hizo la investigación en los archivos y ahora, ya sobre el terreno, trabaja un georradar para no dañar el suelo, sobre cuatro plazas significativas, entre ellas la de San Ildefonso, en la que pudo llevarse a cabo, según las investigaciones previas, una reforma de los refugios para convertirlos en urinarios públicos.

Santiago Jaén, director del proyecto, ha señalado que la intención es intervenir en las plazas con el georradar para localizar esos refugios que siguen en el subsuelo. "Estamos ante una oportunidad muy buena para ver si con estas técnicas podemos ver esa estructura y que siguen ahí presentes", ha señalado Jaén. 

El proyecto tiene la función de identificar, documentar, analizar y proponer la puesta en valor de vestigios de la Guerra Civil en toda la provincia, aunque inicialmente estos trabajos con la tecnología se van a desarrollar solo en cuatro plazas: la de San Ildefonso, plaza Cruz Rueda, plaza del Pósito y la de la Merced. Al mando del gueorradar está José Antonio Peláez, del departamento de Física de la UJA, que explicaba su trabajo en colaboración con técnicos de la Universidad de Alicante además de detallar lo complicadas que son las prospecciones urbanas por todo lo que hay debajo del suelo, con conducciones de agua, telefonía o electricidad. "El georradar emite unos pulsos de radar hacia el interior de la tierra y cuando encuentra oquedades o ciertas estructuras devuelve un pulso reflejado que es el que nosotros podemos registrar y a partir de ahí tratar de interpretar qué es lo que hay ahí enterrado", señala Peláez. 

Los datos del estudio se conocerán la última semana de octubre y de ellos depende la idea del Ayuntamiento de elaborar una ruta con estos refugios en recuerdo de aquel momento bélico en el que algunos de ellos siguieron usándose incluso después de la guerra por termos a que la violencia continuara, tal y como ha detallado el concejal de Cultura, José Manuel Higueras.