La Guardia Civil detiene a un hombre por la venta de productos cárnicos caducados en Pozoblanco
Se le investiga como supuesto autor de delitos contra la salud pública, estafa y falsedad documental
Córdoba
La Guardia Civil ha investigado y puesto a disposición judicial en Pozoblanco y Córdoba a un vecino de Sevilla de 37 años como supuesto autor de los delitos contra la salud pública, estafa y falsedad documental por la venta fraudulenta de productos cárnicos caducados.
Según ha informado la Benemérita, las investigaciones se iniciaron en marzo tras la inspección realizada por la Guardia Civil de Pozoblanco en un establecimiento minorista de venta al público de carne, donde se observaron productos en mal estado, algunos de ellos caducados.
Ante los indicios evidentes de que dichos productos pudieran suponer un riesgo para la salud de las personas, se hizo una inspección pormenorizada de todos los productos puestos a la venta en dicho establecimiento y aprehender de manera cautelar todo lo que su consumo pudiera suponer un riesgo para la salud de los clientes.
Se trata de 413 productos cárnicos en mal estado, algunos con más de un año de caducidad, 211 kilos de carne de diferentes tipos sin ningún tipo de etiquetado que reflejara su trazabilidad, ni marca de matadero que identificara su procedencia ni fecha de caducidad y 139 bandejas de loncheado cárnico, procesado por el establecimiento sin los correspondientes permisos sanitarios, que presentaban estampado en su etiquetado un sello sanitario procedente de Badajoz y perteneciente a otra empresa sin ningún tipo de vinculación con la actual que explota el comercio inspeccionado.
Ante estos hechos, se realizaron gestiones con la dirección del Área Norte de Sanidad de la Junta de Andalucía que permitieron comprobar que dicho establecimiento carecía de los permisos sanitarios para desarrollar la actividad de procesado y envasado de productos, procediéndose a la aprehensión de dichos productos, tras comprobar un agente de dicha Área de Sanidad que los productos aprehendidos podía considerarse no aptos para el consumo y que los mismos deberían ser destruidos.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), comprobó que el propietario del establecimiento comercial en el que habían sido detectados e inmovilizados los productos de alimentación, tenía otros tres establecimientos comerciales ubicados en Córdoba. Se procedió a la inspección de los mismos, comprobándose que la gran mayoría de los productos cárnicos expuestos para la venta al consumidor final en los mismos carecían de marcado sanitario.
Ante todo ello, se procedió a la instrucción de las pertinentes diligencias al gerente del establecimiento como supuesto autor de un delito contra la salud pública, otro de estafa y otro de falsedad documental y se ha puesto a disposición de la autoridad judicial.