Una cata con la Denominación de Origen Uclés

Tarancón

En el espacio de "Vino, Cultura y Gastronomía",  la gerente de la D.O. Uclés, Lola Núñez, nos da las claves para disfrutar de una cata de vino en Navidad. Así, Núñez ha seleccionado cuatro vinos de la Denominación de Origen Uclés de características muy distintas para diferenciar algunas de las sensaciones que nos aportan unos vinos y otros. 

1. Vino blanco joven

Lola Núñez ha escogido para comenzar la cata un vino blanco joven del año 2019, de la variedad verdejo. Un vino elaborado en depósito de acero inoxidable.

En la cata comenzaríamos por la fase visual, que en este caso encontramos un vino presentado limpio, brillante y transparente, que no tiene turbidez, de un color color amarillo pálido, que nos indica que es un vino joven. Seguidamente, pasaríamos al olfato, que en esta ocasión en nariz comprobamos aromas de fruta blanca y recuerdos florales . Y por último, daríamos paso al gusto, y en este momento comprobamos que es un vino que en la boca tiene cierta acidez, es refrescante. 

2. Vino blanco fermentado en barrica

El segundo es un vino del año 2018 de la variedad verdejo, fermentado en barrica de roble, con una elaboración más compleja que el anterior.

Este vino a la vista tiene un color más intenso, amarillo oro, lo que indica que tiene capacidad para envejecer después de varios años. En la nariz encontramos aromas de frutas de hueso como albaricoque o melocotón, y en boca una sensación que nos llena, el vino tiene volumen y está estructurado, porque nos aporta un sabor intenso por toda la boca . Tal y como asegura Lola Núñez, este sería un vino que acompañaría muy bien con platos más elaborados como pescados o carnes en salsa.

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3. Vino tinto tempranillo

El tercer vino es un tinto tempranillo, del año 2018, que ha estado cuatro meses en barrica de roble. Además, ha sido elaborado con uvas tempranillo y syrah.

En la fase visual encontramos un color de rojo cereza y tonalidades amoratadas que nos indica que estamos ante un vino que no tiene mucha edad. En la nariz vamos a encontrar aromas que nos recuerdan a las frutas de color negro como la mora o la ciruela, además de aromas ahumados que nos recuerdan a la madera. Por último, al probarlo experimentamos que el primer trago nos deja la boca secante, astringente, pero en el segundo trago comprobamos que la lengua ya se ha tapizado y disfrutamos de una sensación agradable. Un vino perfecto para acompañar con embutidos o carnes. 

4. Vino tinto crianza

El último vino que catamos es un vino tinto crianza del año 2017, que ha pasado un tiempo mínimo en barrica y también en botella, y ha salido al mercado dos años después de ser vendimiadas sus uvas.

A través de la vista vemos que en el color empiezan a aparecer tonalidades granates y reflejos tejas, ya que el color se va degradando y el vino se va aclarando con el tiempo. En la fase olfativa encontramos que al haber estado más tiempo en madera vamos a encontrar aromas a madera como vainillas, ahumados, especias o  pimienta, pero cuando agitamos la copa de vino también nos recuerda a aromas afrutados como a la mermelada. En la boca tiene una acidez que nos refresca, lo que permite que este vino se pueda tomar solo, sin maridar. Aunque también estaría muy bien acompañado de guisos elaborados con especias. Además, Lola propone que al terminar de cenar se acompañe un tinto con chocolate para comprobar esta combinación tan agradable.

Así, la gerente de la Denominación de Origen Uclés recomienda a la hora de catar comenzar siempre por los vinos más jóvenes e ir pasando a los más viejos, los que tienen más tiempo en madera. Y en el caso de tener también un vino dulce, éste se dejaría para el final de la comida.