Canet estudia qué hacer con las instalaciones del Instituto Valenciano de la Paella, que siguen inoperativas

Valencia

El Ayuntamiento de Canet d'En Berenguer confía en poder acondicionar antes de que termine esta legislatura las instalaciones del Instituto Valenciano de la Paella, un proyecto que se impulsó en plena burbuja inmobiliaria y que actualmente está inoperativo y lleno de maleza, lo que ha despertado las quejas de muchos vecinos por los problemas de insalubridad que genera este espacio.

La construcción y posterior gestión del Instituto Valenciano de la Paella fue adjudicada por el antiguo equipo de gobierno de esta localidad a Astroc, pero la crisis económica frenó su desarrollo de esta infraestructura, que no se retomó y provocó un grave deterioro.

Una deuda millonaria

Una situación que derivó en un proceso judicial que ha terminado con la condena al Ayuntamiento a pagar más de 2 millones de euros, una cantidad muy elevada teniendo en cuenta que el presupuesto anual es de poco más de 10 millones. Eso está asfixiando la salud financiera de Canet que, según explica su alcalde Pere Antoni Chordá, se ha visto obligada a paralizar nuevas inversiones, entre ellas el acondicionamiento de esta infraestructura.

Entre otras cosas, se baraja la construcción allí de una piscina municipal, que tendría el aliciente de que las familias podrían utilizar los paelleros, o incluso habilitar la instalación para la celebración de eventos culinarios, que sirvan para desestacionalizar el turismo que llega a Canet, como concursos de barbacoas o arroces.