Edificios olvidados: las otras víctimas de la despoblación

Binéfar

Cristian Laglera empezó en 2004 a viajar por la provincia de Huesca con la intención de localizar el patrimonio abandonado del territorio. 17 años después continúa documentando estas reliquias de nuestro pasado intentando enhebrar nuestra historia.

El trabajo de recuperación que realiza Laglera es una afición para él “comencé yendo a Puy de Cinca, uno de los pueblos deshabitados que tiene esta provincia. Era un viaje familiar, en el que acompañaba a mi tío a su lugar de nacimiento, pero me impactó, fue un cambio de rumbo y decidí documentar todos los pueblos deshabitados de la provincia”. En total, Laglera documentó más de 300 pueblos, una labor que afirma le llevó alrededor de 10 años.

Tras esa recopilación, explica Laglera, “empecé con las ermitas”. Cuando comenzó su proyecto, explica, “no había una labor de inventariado, no sabíamos ni siquiera el número total de ermitas que había en Huesca”. Mientras el inventor recogía estas edificaciones se dio cuenta de que alrededor del 40% de las ermitas de la provincia están derruidas. Poco a poco y gracias al empeño de Laglera por intentar construir nuestra historia, otros aficionados se han unido, aunque afirma que “la despoblación es un tema más normalizado, la recuperación, por ejemplo, de las ermitas, es algo más selecto”. Aun así, cree que a través de su trabajo se ha conseguido concienciar y hay gente interesada.

El abandono del patrimonio viene dado por diversos factores, el principal afirma Laglera, es el terreno, “la orografía de Huesca es complicada, hay mucha zona de montaña y malos accesos. También hay muchos pequeños núcleos de población, de dos o tres casitas, otros prácticamente despoblados”. Estos núcleos deshabitados desembocan en el hundimiento de muchas de las edificaciones de estos territorios. “Del 40% de las ermitas derruidas, yo diría que el 90% de sitúan en estos núcleos deshabitados”, explica Laglera.

Ampliar

Somos el tercer país con más elementos en la lista de patrimonio de mundial de la UNESCO y, sin embargo, la Asociación Hispania Nostra creó la Lista Roja, – donde recogen aquellos elementos del Patrimonio Cultural Español que se encuentren sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, al objeto de darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración ­–. La Lista Roja ha recogido ya 1.043 informes.

“Allí donde no puedas encontrar a nadie me encontrarás a mi” explica Laglera, quizá por ello sea por lo que el oscense ha conseguido recoger nuestra historia, por muy silenciada que estuviera. Y es que, es aquello que no vemos ni oímos, lo que deja de existir. Laglera continurá buscando esas reliquias abandonadas, pero afirma que “es muy difícil. En Huesca tenemos un patrimonio muy rico que hay que ser conscientes de que no podemos llegar a todo, pero esto no quiere decir que no podamos hacer nada. Deberíamos priorizar, coger papel y boli y seleccionar algunas en cada comarca. Pretender salvar todo el patrimonio es una utopía, y es prácticamente imposible”, cuenta este artista, que también ha publicado siete libros en los que plasma su trabajo, todos ellos disponibles en Editorial Pirineo.