Alberto Garzón indigna al sector cárnico asturiano

Oviedo

El video del Ministro de Consumo, Alberto Garzón, invitando a los españoles a comer menos carne porque, según argumenta, “perjudica la salud y al planeta”, ha pisado muchos callos en una región como Asturias, en la que la producción de carne en explotaciones familiares es uno de los pilares de la economía rural.

Una de las últimas reacciones ha sido la de la secretaria regional de la organización agraria COAG-Asturias, Mercedes Cruzado, que apela a la comunidad científica como fuente de estudios que rebaten los supuestos daños de la ganadería al medio ambiente.

Cruzado se siente, además, muy molesta por un mensaje que, entiende, pretende darle la puntilla a un sector que ya acumula muchos problemas. Añade que los ganaderos crían animales para abastecer a la población de un alimento básico como es la carne, una actividad esencial y digna que el Ministerio de Consumo debería defender. Pide al ministro "que les deje en paz".

ASINCAR TAMBIÉN SE INDIGNA

Desde la Asociación de Industrias Cárnicas de Asturias (ASINCAR) han manifestado su estupor ante las declaraciones realizadas ayer por el Ministro de Consumo, explicando que el sector ganadero-cárnico contribuye a la creación de empleo y genera oportunidades, además de impulsar fuertes compromisos medioambientales con resultados comprobables.

Enarbolan los datos de un sector con 100 millones de euros anuales de facturación, que cuenta con unas cien empresas y que da empleo directo a 1.200 trabajadores.

Dicen, además, que el sector primario colabora al sostenimiento y arraigo de la población en el medio rural, siendo guardianes del entorno y fundamentales en la cadena productiva de Alimentos del Paraíso.

En España, reflexionan, tenemos uno de los índices de esperanza de vida más altos del mundo y a la vez dentro de España Asturias encabeza ese ranking. Esto significa que la dieta mediterránea que incluye el consumo de carne no es tan perjudicial para la salud.

Desde el sector se teme que esta sea una campaña para demonizar a los productos ganaderos e intentar justificar la subida de impuestos e IVA anunciada en la reforma fiscal a los “productos insanos”.