Los bares vuelven a ser el punto de encuentro de la gente

Valladolid

La pandemia ha cambiado nuestra forma de ver el mundo y nuestra forma de relacionarnos, pero hay algo que no ha desaparecido: las ganas de socializar con los demás. Por mucho que se modifiquen nuestros hábitos, siempre nos quedarán esas ganas de ver a los amigos, a la familia o de conocer a gente nueva. Porque somos seres sociales y el mejor escenario para socializar es el bar.

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El sector de la hostelería es uno de los más perjudicados por el coronavirus. Las medidas sanitarias han provocado que se cierren locales, que se abran en horarios distintos, que no se pueda consumir en barra o que se potencien las terrazas al aire libre. Un cambio de timón cada semana que ha provocado que los hosteleros se reinventen constantemente. “Para mí, regentar un negocio de hostelería es muy fácil, pero con la pandemia nos lo han complicado y se hace bastante más difícil”, explica Fernando Arias, gerente del Café-Bar Villa del Prado, en Valladolid.

Después de muchos meses con restricciones, ahora parece que ven la luz al final del túnel. “Ahora mismo nos encontramos en una situación muy buena, muy favorable. Y la gente ha respondido muy bien. Hemos estado cerrados, abiertos, otra vez cerrados, pero cada vez que hemos vuelto a abrir, el público lo ha dado todo. Ha sido impresionante”.

Los bares, un punto de encuentro seguro para la gente

Desde que terminó el confinamiento de 2020, el público ha ido volviendo poco a poco. Había ganas de salir; había ganas de bares. La gente estaba deseando salir de casa, relacionarse con su gente y desde el primer día vieron en los bares, restaurantes y terrazas el lugar adecuado para hacerlo. Y no solo los clientes, también los empresarios y trabajadores de la hostelería.

“Nosotros, después del primer confinamiento veníamos con unas ganas terribles, no solo de trabajar, sino de ver a la gente. Era para verlo. Veinte minutos antes de abrir cada mañana ya teníamos la terraza llena de gente”, explica el gerente del Villa del Prado.

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Verse todos los días, hablar de la pandemia, del fútbol o de cómo ha ido el día a día, provoca que se forjen amistades e historias que tienen como punto en común un bar. Se invita a una caña o a un café al de la mesa de al lado y se terminan con una buena relación. Esto es algo que ven cada día los trabajadores de la hostelería. “Aquí viene mucha gente al día. Se han hecho hasta amistades”, nos cuenta Fernando Arias a la vez que recuerda con ilusión que “la respuesta de los clientes nos hace muy felices. Te das cuenta de que estás haciendo las cosas bien. Aquí tenemos un trato muy humano y cercano. La gente se siente como en casa”.

La fórmula del éxito en hostelería

Fernando Arias tiene claro lo que se necesita para triunfar en el complejo mundo de la hostelería: “Monta un negocio en un sitio con posibilidades, da calidad en los productos, un buen servicio y un buen precio. Tardarás más o tardarás menos, pero te irá bien seguro”.

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En diciembre de 2021, el Café-Bar Villa del Prado cumplirá 7 años de vida. Cuando abrieron sus puertas en este barrio estaban solos, no había otros negocios cerca. Era una zona con posibilidades y por explorar, pero Fernando apostó por esta zona: “Villa del Prado era un barrio grande, en plena expansión. El traslado de la delegación de Hacienda a esa zona y tener cerca las Cortes de Castilla y León ha hecho que haya mucha gente trabajando en este lugar. Por las mañanas hay muchísima gente”. Eso es tener visión de futuro y de negocio. Estaban solos y poco a poco otros negocios se fueron instalando en este nuevo barrio. Unos negocios que ayudan, sin duda, a formar un tejido empresarial en la zona para que los clientes que lleguen se queden más tiempo. “Yo no le llamo competencia. Aquí cada uno hacemos lo nuestro. Te tomas algo en un lado y después otra cosa en el de al lado. Además, todos los negocios que han puesto están muy bien montados y la gente lo valora”.

Otro de los secretos para que tu negocio funcione es el trato con el cliente. “Nosotros tenemos una plantilla muy estable, llevan mucho tiempo con nosotros y están muy cualificados. Buscamos el trato muy cercano y humano y la gente se siente aquí como en su casa”. Conocer al camarero y que nos conozca es fundamental para el éxito de un negocio.

Comer marisco de calidad en Valladolid es posible

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La especialidad de este establecimiento es el marisco y el pescado. “Tenemos mucha variedad y buscamos la máxima calidad. El secreto también está en nuestro cocinero. Es muy bueno y lo borda”. En este establecimiento tienen claro que para ofrecer un buen producto no puedes darle al cliente algo del día anterior. Con el marisco no se puede jugar, “siempre tienes que dar el producto del día”, explica el propietario del Villa del Prado.

Este negocio está abierto desde el desayuno hasta la última copa. A primera hora, los clientes llenan la terraza para desayunar. Poco después llegan los que hacen una parada en su jornada laboral y se llevan un bocado salado. A partir de la 1 comienzan las comidas, seguidas del café, la parada a media tarde, para terminar con las cenas y quizás una última copa.

A pesar de encontrarnos en una situación complicada y llena de incertidumbre, desde el Café-Bar Villa del Prado afrontan el futuro con el mismo espíritu que lo han hecho hasta ahora: “Seguiremos en la misma línea. Esta pandemia se tiene que terminar algún día y cuando llegue ese momento seguiremos haciéndolo como hasta ahora”, explica Fernando Arias.