"La hostelería y el comercio detectarán pronto las consecuencias de esta nueva ola", Eduardo Zubiaurre

Bilbao

Parece que lo peor de la crisis sanitaria y económica queda atrás y que la recuperación de las empresas vascas se afianzará y acelerará en los próximos meses. Según el estudio de la patronal vasca Confebask, en Euskadi ya se puede decir que, tras la superación de un primer trimestre marcado por la evolución de la pandemia y la lentitud de la campaña de vacunación, la producción industrial es ya casi la misma que antes del covid, y los indicadores de actividad de todos los sectores apuntan a una segunda mitad de año con clara mejoría.

Pese a estas mejoras, el presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, ha explicado el impacto que la 5ª ola puede tener en las empresas vascas: “Una nueva ola tiene repercusiones a todos los niveles, ya que todos los sectores están relacionados. Actualmente debido a la incidencia, hay miles de personas confinadas en Euskadi, sobre todo gente joven. Los niveles de absentismo que estamos registrando son altísimos, nunca vistos”.

Durante estos últimos meses, las empresas vascas han experiementado un importante rebote de su actividad, algo que permitirá mantener o incluso ampliar las plantillas de entre el 85 y 90% de las empresas vascas. Así, Euskadi está ya en torno a 6.500 personas de llegar al número de afiliados que tenía antes de la pandemia. El empleo se recuperará creando para final de año unos 5.000 puestos de trabajo y la tasa de paro cerrará el año en torno a un 10,5%. Aún así, Zubiaurre ha avisado: “Hay sectores como la hostelería, la movilidad, el turismo y el comercio que a nivel empresarial detectarán pronto las consecuencias de esta nueva ola”. En cuanto a la economía vasca, Confebask prevé un crecimiento para este año que rondará el 7%, con una horquilla entre el 6% y el 8%.

Por otro lado, el presidente de la patronal ha afirmado que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco sobre el ERE de Tubacex aboca a más "dificultades" a una empresa que ya está en proceso de reconversión y transformación. “Provoca una situación muy complicada. Ahora nos encontramos en una situación de inseguridad jurídica total a la hora de intentar utilizar aquellas medidas legalmente compensadas para salir de una situación de crisis estructural. Realmente no se que puede hacer esta empresa a parte de soportar, sufrir y poner en cuestión su futuro”, ha admitido.