El Athletic perdona y se lleva un punto del Wanda

Bilbao

Cuando dos equipos tienen como prioridad no encajar gol, hay muchas opciones de que el partido termine con empate a cero en el marcador. Así ocurrió este sábado en el Atlético de Madrid-Athletic. De inicio, la defensa del Athletic se presentaba como la menos goleada de la Liga en las cuatro jornadas disputadas anteriormente. La del Atlético de Madrid es de sobra conocida por su solvencia desde hace años.

Unos y otros hicieron bien su trabajo en ese lado del campo, pero también los dos sufrieron a la hora de elaborar llegadas de peligro a la meta rival. En el caso del Atlético de Madrid, solo en los primeros minutos visitó con asiduidad el área defendida por Unai Simón. Griezmann, todavía cuestionado por el público colchonero, no asustó demasiado. Luis Suárez y Joao Félix esperaban su oportunidad en el banquillo.

Demasiada fortaleza defensiva

Las llegadas de Correa fueron lo más peligroso que tuvo que contrarrestar el Athletic. Los de Marcelino, no obstante, inquietaron menos aún a Oblak. Un córner que atrapó sin problemas el guardameta local y una carrera de Williams que terminó con el balón por encima de la portería fueron las únicas aproximaciones de los bilbaínos al gol antes del descanso.

Tras el paso por vestuarios, el guion del partido continuó siendo el mismo. Marcelino dio entrada al cuarto de hora de juego a Nico Williams y Villalibre. Ellos serían los protagonistas poco después de las mejores ocasiones del encuentro. En el minuto setenta, sin embargo, el Atlético de Madrid asustó a los leones con un disparo al poste. Fue su único aviso serio a Unai Simón.

La expulsión de Joao Félix

En el minuto ochenta se produjo la jugada que marco el tramo final de partido. Joao Félix soltó la mano a la cara de Vencedor a la carrera, en respuesta al agarrón del centrocampista. Gil Manzano amonestó con tarjeta amarilla al portugués, que respondió de la peor manera posible. Se dirigió al colegiado con gestos de protesta airada y acompañados de la expresión "¡tú estás loco!". Segunda amarilla y expulsión del delantero.

El partido, a partir de este momento, se enfangó. Protestas, faltas, interrupciones reiteradas que parecían conducir al pitido final sin más fútbol. Pero, cumplido el minuto noventa, el Athletic aún tuvo una gran ocasión. Nació de las botas de Nico Williams, a la carrera por la banda izquierda. Este puso el balón a Berenguer y el extremo regaló un gran centro que Villalibre no pudo enviar entre los tres palos.

Sigue faltando gol

Dos ocasiones claras perdonadas son demasiadas para intentar sacar algo más que un empate del feudo del Atlético de Madrid. La falta de gol impidió que el equipo de Marcelino encadenara su tercer triunfo consecutivo. "Un punto en este campo lo va a sacar poca gente", analizó poco después Unai Simón. Se conforma el Athletic con seguir invicto y en zona europea. La próxima cita será un reencuentro: el martes, Iraola ocupará el banquillo visitante de San Mamés al frente del Rayo Vallecano.