La DO Ribera se posiciona a favor de las bodegas en la polémica de las macro granjas
El Consejo Regulador trabaja para que las administraciones competentes adopten medidas urgentes para salvaguardar el viñedo de la DO, y evitar que se ponga en riesgo a las bodegas y el enoturismo de la zona
Desde hace un año el Consejo ha tenido encuentros y reuniones para buscar soluciones a lo que consideran "un grave problema"
RIBERA DEL DUERO
El Consejo Regulador de la Ribera del Duero ha salido al paso de la polémica que ha suscitado el proyecto de implantación de varias macro granjas en la comarca y que cuenta con el rechazo de diversas bodegas para posicionarse a favor de estas últimas. Después de que desde el sector porcino se tendiera la mano a las elaboradoras aseverando que su llegada al territorio no supondría ningún problema para ellas y que ambos sectores podrían convivir, la DO ha emitido este lunes una nota de prensa en la que expresa su preocupación "ante la inminente instalación de granjas porcinas dentro de la zona de producción amparada por la Denominación de Origen, en terrenos plantados de viñedo y junto a proyectos enoturísticos". Desde el órgano regulador respetan "aquellas iniciativas empresariales que contribuyen al desarrollo de la zona, siempre y cuando su establecimiento no ponga en peligro la principal economía y forma de vida de la comarca: los proyectos en torno al vino y el enoturismo".
En la nota emitida a los medios, cuentan que "el Consejo Regulador y las bodegas de la Denominación no entienden, ni pueden compartir, que se establezcan negocios porcinos en entornos que se caracterizan por su importancia medioambiental, patrimonial y cultural", ya que dicen "estos ponen en serio riesgo la subsistencia de los proyectos vinícolas, a los que de alguna manera invaden, y dificultan el desarrollo de futuros proyectos enoturísticos que contribuyan al crecimiento económico y social de la zona" y "más aún cuando hay alternativas viables para que se ejecuten este tipo de instalaciones, pues estamos en un entorno rural en el que abundan otros terrenos que bien podrían albergarlas".
A su vez, desde el Consejo se ha llevado a cabo una campaña para intentar buscar soluciones a las consecuencias de la posible instalación de esas granjas porcinas en territorios próximos a bodegas y viñedos, y lograr que se sienten unas bases urgentes que impidan que se vuelvan a producir situaciones como las que se están viviendo. El órgano regulador se ofreció hace un año a colaborar con las bodegas afectadas en todo lo posible, acudiendo a los organismos pertinentes y acompañándolas en cuantos encuentros requirieron la presencia de representantes de la DO.
Por último, desde Ribera del Duero afirman que continuarán defendiendo los intereses de sus viticultores y sus bodegueros ante las administraciones y las instancias que consideren oportuno, con el objetivo de intentar evitar la degradación de la imagen de la región vitivinícola de Ribera del Duero y consideran urgente evitar la instalación de cualquier proyecto que ponga en riesgo o dañe la principal fuente de riqueza de la zona, que es además uno de los grandes motores de la economía de Castilla y León y un símbolo de la gastronomía y la cultura del país, y que no se puede deslocalizar.