Trufas 'made in' la Ribera del Duero

La trufa es uno de esos alimentos propios de los próximos meses y también de las Navidades vigentes. Un hongo que cada vez está más presente en las cocinas del mundo, y que aunque muchos desconozcan, también se cultiva en la comarca, aunque en este caso solo la variedad negra. De ello se encarga «Trufbox», una firma arandina que Marta de Pablo decidió asumir hace unos años. Aunque ella se dedicaba al marketing digital -y reconoce que lo sigue ejerciendo porque su nueva ocupación tiene mucho que ver con ello- ahora es la máxima accionista de esta empresa que mueve un bien preciado. «Trufbox surge por la idea de democratizar el uso de la trufa. Pensamos en mandarla en nuestra web a demanda, aprovechando las plantaciones de la comarca -en Caleruega y Tórtoles-, Soria y Burgos», dice. «Principalmente la trufa se encuentra en zonas frías, entonces requiere agua en verano y mucho frío en invierno. Son plantaciones optimizadas, y hemos aprovechado esas circunstancias para poder desarrollar un negocio en la zona», añade, especificando que la trufa negra «que está ligada a un árbol, especialmente a las encinas» es la que se cultiva en esta zona, y tiene una temporada propia que se inicia ahora hasta marzo. El resto de tipos llegan de fuera, aunque también precisamente se exporta trufa a Francia, Italia o Estados Unidos. Dos personas forman parte de esta empresa, además de otras tantas que indirectamente también son trabajadores de Trufbox. «La trufa poco a poco se va metiendo en las cocinas de la gente, no solo en los restaurantes. La gente es consciente de que es un alimento de calidad y que en realidad no es cara, y también el confinamiento y el covid han hecho que la gente cocine más en casa y se anime a pedir más productos online, lo que nos ha permitido acercarnos a muchos hogares de España, Portugal o Andorra», apostilla. «La principal duda cuando se recibe la trufa es qué hacer. Hay que envolverla en papel y meterla en un tuper con alimentos que puedan acoger su olor, como mantequillas, arroces, pastas, carne... Lo dejas 48 horas trufándose y acogen ese olor. Y a la hora de cocinar la trufa se ralla o se lamina, pero no se cocina a más de 50 grados porque se pierden sus propiedades». Trufbox va mucho más allá de lo que una empresa debiera. Tiene en marcha un proyecto ligado a la reforestación «porque la encina es un árbol propio de esta zona que ha ido desapareciendo porque las semillas se las comen los animales o no ha habido oportunidad de reforestar, pero nostros hemos reforestado más de 18.000 árboles en los últimos tres años, de un árbol que es de la zona y que además crea un nuevo ecosistema», pero también con el empleo rural «porque trabajan entre dos y cuatro personas simplemente con la ocupación que durante todo el año dan las truferas, más luego toda la recolección porque hay que recogerla todas las semanas ahora en época junto a los perros». El futuro de esta firma arandina está en la exportación, proyección y recolección de los pequeños exportadores «porque genera empleo y riqueza». De hecho los pedidos en la Ribera no tienen coste de envío. Pero la apuesta por lo local se demuestra con el maridaje que se va a llevar a cabo próximamente con trufa y vino y que estará enmarcado en la Ciudad Europea del Vino. «La gente debe conocer lo que el entorno puede ofrecerle, por eso haremos visitas a las trufera», dice de Pablo, orgullosa de sus raíces como las de las truferas que tantos éxitos están dando a esta empresa tan autóctona.

Trufas 'made in' la Ribera del Duero

Conocemos 'Trufbox', una firma arandina que distribuye varios tipos de este hongo por el mundo y cultiva la negra en varios puntos de la comarca

Este 2022 pretenden realizar un maridaje entre trufa y vino, además de su ya existente proyecto de reforestación y apuesta por el empleo rural

Jorge Alvarado

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