El 'Iribar es cojonudo' no surgió en San Mamés
El popular cántico que San Mamés dedicaba al 'Txopo' nació en una final de Copa que el Athletic perdió en Madrid
El 'Iribar es cojonudo' no surgió en San Mamés
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Bilbao
El mayor emblema de la extensa historia del Athletic nació en Zarautz el uno de marzo de 1943. José Ángel Iribar, el jugador que más veces ha vestido la camiseta rojiblanca en partido oficial, está a punto de cumplir 80 años. Para celebrarlo, repasamos los diez momentos que marcaron su carrera, dentro y fuera de los terrenos de juego.
Capítulo I: '¡Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo!'
No es habitual que las leyendas deportivas comiencen a forjarse a partir de una derrota. Sin embargo, la del 'Txopo' Iribar en San Mamés es diferente, especial. Empecemos por el final. ¿Cuándo fue la última vez que la Catedral coreó el 'Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo, como Iribar no hay ninguno? El 5 de junio de 2013.
Fue el día de su despedida, la del estadio, la del viejo San Mamés, que antes de ser derribado acogió un amistoso entre el Athletic y un equipo compuesto por jugadores de Bizkaia. Aquel día, los 40.000 espectadores que abarrotaron el campo vieron saltar a Iribar al verde, tocar el poste de la portería y disputar los últimos minutos del encuentro con su mítica camiseta negra y el dorsal 1 a la espalda.
Antes, el mismo cántico le abrazó en la celebración del medio siglo desde su debut, y tantas tardes durante las décadas de los años 60 y 70, cuando defendía la portería del Athletic. Pero la primera vez que se entonó el 'Iribar es cojonudo' no fue en Bilbao, sino en Madrid, en el Santiago Bernabéu.
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El primer cántico, en el Bernabéu
Ocurrió el 30 de junio de 1966, cuando el Athletic disputó en la capital española la final de la Copa del Generalísimo ante el Zaragoza de los cinco magníficos. Santos, Villa, Lapetra, Marcelino y Canario formaban una delantera temible en el equipo maño, que partía como favorito.
La tarde se presentaba aún más complicada para el Athletic, ya que Gainza, entonces su entrenador, no podía contar para la cita con tres de sus defensas titulares: Orue, Etxeberria y Txutxi Aranguren. Todos pronosticaban una goleada, pero el partido terminó 2-0 para el Zaragoza.
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Mantear al perdedor
¿Se puede felicitar a un jugador tras haber perdido una final? Pues así lo hicieron los 30.000 aficionados que se habían desplazado desde Bizkaia para presenciar el encuentro, reconociendo las múltiples paradas de mérito de Iribar en una tarde más que inspirada del guardameta.
Sus compañeros, como Txetxu Rojo, Argoitia, Koldo Agirre o Fidel Uriarte, le mantearon y le sacaron en volandas del estadio. Sus rivales le felicitaron. El público le dedicó el primer '¡Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo! ¡Como Iribar no hay ninguno!'. "Perdimos, pero a la gente le gustó mi actuación, y a falta de poder celebrar el triunfo, la tomaron conmigo y me sacaron a hombros", explicó años después el propio portero en un reportaje de Televisión Española.
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Todo empezó en Pamplona
La estética de la escena tenía bastante de taurina. Y es que ahí, precisamente, está el origen de la canción. Un año antes, en 1965, en los Sanfermines, el torero Santiago Martín, conocido como 'El Viti', había cuajado una gran actuación en la Plaza de Toros de Pamplona, lo que fue reconocido por los mozos de las cuadrillas con un cántico que decía ¡El Viti, el Viti, el Viti es cojonudo! ¡Como el Viti no hay ninguno!'.
Así que la canción viajó de Pamplona a Madrid y de Madrid a Bilbao para instalarse en San Mamés. Tarde tras tarde, el 'Txopo' recibía el reconocimiento de su público. A veces, incluso, sin merecerlo, algo que le molestaba, como relató a TVE: "Hay veces que lo hacen sin motivo, en esos momentos hasta me enfado un poco. Otras veces quizá haya un poco más de motivo, y ahí me parece que puede ser más normal", reconoció Iribar.