El cambio climático reduce la producción de las rías gallegas
Los científicos estudian los cambios en los vientos, en las corrientes y la subida de la temperatura del agua como las principales causas de la elevada mortandad de marisco que se está produciendo en las rías
El cambio climático reduce la producción de las rías gallegas
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El sector marisquero y pesquero viene alertando en los últimos años de una importante caída de la productividad en las rías gallegas; en unas más que en otras, pero en todo caso generalizada. La almeja y el berberecho son las especies más afectadas, pero la elevada mortandad afecta también a otras especies como el mejillón, la nécora, el percebe o la navaja. Tampoco la pesca de litoral se libra de estos cambios.
Un panorama que ha motivado la alerta de todo el sector y que obligó a la Xunta a poner en marcha varios estudios para conocer con detalle lo que está pasando en las rías. De todo ello hablamos en esta edición de Vermú con Ser, con el sector y con los técnicos que están estudiando con detalle los cambios ambientales que se están detectando.
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El presidente de la Federación de Cofradías y patrón mayor de Ribeira, José Antonio Pérez, señaló que el sector está muy preocupado, temiendo que las rías pierdan la elevada producción marisquera y pesquera, y que esto obligue a reducir sistemáticamente el número de trabajadores que pueden vivir del mar; no solo mariscadores y pescadores, sino también en el resto del sector mar-industria como depuradoras, concederos, transportistas, etc.
José Antonio Pérez afirma que la situación ya está llegando al límite, especialmente en el marisqueo. Afirma que aunque los bancos están en perfectas condiciones, bien cuidados, la semilla que siembran no crece, sin saber bien por qué está pasando eso.
El último episodio, un exceso de agua dulce
El sector reconoce que la última gran mortandad ocurrida en fin de año fue debido a un exceso desproporcionado de agua dulce que llegó a las rías con las intensas lluvias de noviembre, pero sospechan también de otros factores que han pedido a la Xunta que se investiguen para poder tomar medidas. Reclaman además ayudas especiales para los mariscadores bien con la declaración de la zona catastrófica solicitada al Gobierno Central, o ayudas directas que ya están negociando con la Xunta. Actualmente hay varios estudios en marcha, que se suman a los realizados en los últimos años, para conocer qué está cambiando en las rías.
José Manuel Parada, investigador en el Centro de Investigancións Mariñas de Corón, en Vilanova, explicó en este programa que entre los cambios más llamativos están los vientos. Señaló que desde el año 2015 “han desaparecido los vientos del norte en algunas rías”, sobre todo en la de Ferrol, pero también en la de Arousa; y por el contrario, “hay un incremento significativo de los vientos del sur”.
Este cambio impide la regeneración de las rías, porque los vientos del norte son los que mueven las corrientes de fondo y favorecen la producción del fitoplancton, principal alimento de las diversas especies. Por ello, sin vientos del norte, las rías generan menos alimento.
En términos similares se manifestó Andrés Simón, titulado en Ciencias del Mar, técnico de la lonja de Campelo, en Poio, punto de venta de las tres cofradías del fondo de la ría de Pontevedra: Raxó, Pontevedra y Lourizán. En este caso, señala también el cambio de las corrientes y el aumento de la temperatura del agua que está facilitando la llegada de nuevas especies a las rías, propias hasta ahora de otras latitudes.
Pero además de estos cambios, el pasado año las intensas lluvias de noviembre provocaron una elevada mortandad en las rías. En la de Pontevedra dejaron un panorama desolador, con una mortalidad muy elevada: del 100% en el berberecho; 70% en la almeja fina; y 60% en la almeja japónica. Pero a mayores, el agua dulce dejó los bancos sin apenas juveniles para garantizar una reproducción adecuada.
Ante esta situación, el técnico de la lonja considera que sería necesario “parar y dejar recuperar los bancos del fondo de la ría, al menos hasta el verano”, para facilitar su regeneración; aunque para ello reconoce que se necesitan ayudas que permitan garantizar unos ingresos mínimos a los 600 mariscadores que trabajan en el fondo de la ría. De momento, en enero estos bancos están cerrados, mientras se concreta el nuevo plan de explotación, que está en estudio.
Cambios en la explotación para adaptarse al cambio climático
En todo caso, en el contexto actual, los técnicos plantean también cambios en la explotación de las rías para adaptarse a los cambios ambientales. Entre ellos, José Manuel Parada, desde el Centro de Investigacions Mariñas de Corón, plantea reducir los periodos de explotación y aumentar la talla mínima permitida, lo que facilitaría la regeneración de los bancos y contar con más juveniles para aumentar la producción.
Esta medida se implantó con éxito en Ferrol y se pretende ir extendiendo al resto de las rías. Ante la posible oposición del sector, el científico pide a los mariscadores que “no piensen en recoger kilos sino euros”, y que tengan en cuenta que los bivalvos mas grandes tienen un precio más alto, con lo cual, con menos kilos podrían mantener los ingresos.
Los científicos, son sin embargo optimistas. Reconocen que ahora mismo estamos en la etapa de incertidumbre por los cambios que se están produciendo, pero recalcan que las especies terminarán adaptándose a los cambios climáticos, o incluso que esos cambios facilitarán la producción de otras especies que actualmente no se dan en estas rías.
Andrés Simón recordó por ejemplo que hasta el año 2000, en las rías gallegas no existía la almeja japónica, que llegó como especie invasora y que ahora es, en algunas zonas, la especie que más se produce.
En todo caso, los científicos reconocen que los cambios ambientales obligarán a realizar cambios en la explotación y que ello puede tener de entrada un impacto económico negativo. Para evitarlo, o cuando menos reducirlo, están en marcha diversos estudios que permitan adaptarse cuanto antes a las nuevas condiciones de las rías gallegas.