Hay que explicar a los empresarios, sobre todo a los señores empresarios, en qué consiste una regla dolorosa

Ibiza

Hoy hemos visto amanecer en Ibiza, hemos visto salir el sol en esta isla que ha recuperado ya el pulso previo a la pandemia, incluso podríamos decir que lo ha recuperado, y un poco más. Todas las previsiones para el verano son más que optimistas. El movimiento de gente y de turistas es más que evidente en esta zona en la que nos encontramos. Estamos en el Museo de Arte Contemporáneo, desde aquí les vamos a contar la vida de esta isla y las consecuencias también de esta vida, los problemas de vivienda que repercuten de manera directa en el mercado laboral, por ejemplo.

Y también hoy desde aquí, rodeados de obras de arte, les vamos a contar la actualidad, que hoy pasa entre otras cosas, por la polémica generada en torno a la nueva ley del aborto. Y no precisamente por la regulación del derecho al aborto sino por la salud menstrual, por la propuesta de bajas durante el periodo menstrual para aquellas mujeres que sufran una regla dolorosa e incapacitante. Este punto de la nueva ley enfrenta a los dos partidos de la coalición del gobierno. La vicepresidenta económica, Nadia Claviño, habla de estigmatización de las mujeres, la misma expresión que utilizó la número dos de UGT. La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, defiende la medida.

Llama la atención la polémica por algo que debería ser un derecho adquirido hace tiempo, el derecho a la salud menstrual, el derecho de las mujeres con reglas dolorosas a poder cogerse la baja durante esos días, porque es también un derecho laboral. Es imprescindible regularlo y legislarlo, y hay que explicar a los empresarios, sobre todo a los señores empresarios, en qué consiste una regla dolorosa, aunque me sorprende que no conozcan a ninguna mujer que la sufra. Y llama la atención que se hable de estigma cuando se habla, por fin y abiertamente, de salud menstrual, porque el estigma es precisamente lo que nos ha perseguido a las mujeres con la regla durante siglos. Dejemos ya por fin este estigma atrás y estigmaticemos, en todo caso, a aquellos que no entienden lo que esto supone o a los que se resistan a contratar a mujeres porque podemos quedarnos embarazadas o porque vamos a tener la regla una vez al mes. Ellos son los que tendrían que cargar con ese estigma y ser señalados y no las mujeres y su regla.