La OTAN apuesta por una mayor militarización de Europa y se prepara para recuperar la política de bloques tras la primera jornada de la cumbre

Más armas, más soldados y, en definitiva, más inversión en materia de Defensa para garantizar la paz de los aliados de la OTAN. Esta es la principal conclusión que arroja la primera jornada de la madrileña cumbre de la Alianza Atlántica, que finalizará este jueves y permitirá retomar la normalidad para los ciudadanos de la capital de España. Así, este conjunto de reuniones ha confirmado que la OTAN ha renacido más fuerte, justo en un momento en el que su utilidad era muy cuestionada e incluso algunos líderes de importante calado, como Emmanuel Macron, llegaron a asegurar que padecía una “muerte cerebral”. Pero la invasión rusa en Ucrania, acompañada de una constante actitud desafiante de Putin, ha revitalizado a la organización, que ha encontrado al enemigo que necesitaba para su supervivencia. En su nueva hoja de ruta para los próximos 10 años, calificada como Concepto Estratégico de Madrid, ha pasado de considerar a Rusia como un “socio” a hacerlo como “la amenaza más peligrosa y directa en la actualidad”, un hecho que hace recordar inevitablemente a la Guerra Fría y a la política de bloques, hacia donde todo hace indicar que el mundo se aproxima, otra vez. Además, China aparece mencionada por primera vez en un Concepto Estratégico, que comenzaron en 1949, y lo hace ubicándola como un país cuyas políticas “suponen un reto para nuestros intereses y nuestra seguridad”, pero rechaza sin embargo calificarlo de «adversario». En definitiva, refleja que intuyen a China y Rusia como las dos potencias líderes del bloque de los países no democráticos. Sin embargo, para mandar un mensaje a Pekín, en la cumbre han estado presentes por primera vez socios en el Pacífico como Japón, Australia, Corea del Sur o Nueva Zelanda. Así, la OTAN ha evidenciado que se prepara para una etapa en la que los enfrentamientos entre países sean habituales en un mundo cada vez más polarizado. Sin embargo, en clave nacional, el Gobierno de España se ha mostrado muy satisfecho con el resultado de la primera jornada de la cumbre, en todos los sentidos. No solo por el éxito de lo que consideran una organización del evento impecable o el desbloqueo turco a Suecia y Finlandia para permitir su anexión a la Alianza, sino por ese nuevo marco estratégico. Consideran que este recoge todas las exigencias de España y destacan dos aspectos clave: por un lado, la OTAN recupera el concepto de integridad territorial de todos los aliados -un requisito solicitado por España-, en lugar de la integridad territorial aliada. Este matiz jurídico implica que Ceuta y Melilla quedan cubiertas en caso de agresión extranjera en su totalidad, según las fuentes citadas. Por otro lado, la Alianza ha incluido en su nueva estrategia los desafíos para la seguridad que vienen del Norte de África, y particularmente el Sahel. Además, contempla las amenazas híbridas como la utilización de la migración o los flujos energéticos. Otra de las conclusiones que arroja la primera cumbre de la Alianza es el refuerzo militar, tanto de la propia organización internacional como de Estados Unidos. En el primer caso, la OTAN reforzará su presencia en el este de Europa y va a aumentar hasta 300.000 el número de tropas de alta disponibilidad. Los aliados se han vuelto a comprometer. Destinaremos al menos el 2% del PIB en Defensa. Nueve aliados ya igualan o superan este objetivo y el resto tienen planes para conseguirlo. Ese 2% se ve como una base, no como un techo”, ha asegurado Stoltenberg tras anunciar la medida. Por su parte, el presidente de EEUU, Joe Biden, ha anunciado que su país va a mejorar su postura de defensa en Europa para responder a los «retos» y al entorno de seguridad: «A principios de este año enviamos otros 20.000 soldados a Europa para fortalecer a la Alianza y para responder a los movimientos de Rusia. Vamos a seguir fortaleciendo esta postura de forma consultada con nuestros aliado”. A esto se le debe sumar los 100.000 efectivos que EE UU ya tiene destinados en el continente, así como el aumento de los destructores en la base naval de Rota, una medida que acordó con Pedro Sánchez en su reunión bilateral del martes. En concreto, también establecerá una unidad militar permanente en Polonia, por primera vez en la historia, y se centrará en aspecto de la defensa aérea en Reino Unido, Alemania o Italia. Por último incrementará sus fuerzas rotatorias en Rumania y países bálticos. La primera jornada de la cumbre también ha contado con una intervención por videoconferencia del presidente ucraniano, Volodomir Zelenski. Con su ya habitual camiseta verde militar, ha esgrimido un discurso con unas ideas que ha repetido a lo largo de los últimos meses: «¿Quién será el próximo para Rusia después de Ucrania? La situación del próximo año puede ser peor si otros países además de Ucrania y, posiblemente miembros de la OTAN, son disparados por Rusia». Además, consciente de la utopía que supone la anexión de Ucrania a la Alianza, ha pedido más armas y dinero para defenderse de Rusia y ha insistido en que las ambiciones de Moscú no se detendrán en Ucrania: «Esta no es una guerra que libra Rusia solo contra Ucrania. Esta es una guerra por el derecho a dictar las condiciones en Europa, por cómo será el futuro orden mundial».

La OTAN apuesta por una mayor militarización de Europa y se prepara para recuperar la política de bloques tras la primera jornada de la cumbre

Carlos de Barrón

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