¿Qué estamos haciendo mal para que se califique de tradición lo que es cultura de la violación?

Madrid

Les saludamos esta mañana desde Salamanca, desde el teatro Liceo de esta ciudad, una ciudad preciosa, vivible, con ese tamaño envidiable y con esa vida en sus calles que la hacen especial. Entre otras cosas, se nota que esta es una ciudad universitaria, se nota en los edificios, se nota en la calle, se nota, en definitiva, en la vida. Y desde ayer hemos hablado mucho de la vida en torno a la universidad, de esos colegios mayores que acogen, en algunos casos, a los estudiantes que están llamados a ser la élite de este país.

Ayer descubrimos algo que pensábamos que era imposible. En el nombre de la tradición los chicos del colegio Elías Ahuja, insultan y agreden verbalmente a las chicas del colegio de en frente. Putas, ninfómanas, conejas, salid de la madriguera. Esto era lo que gritaban, insisto, en nombre de la tradición. Las chicas, a las que iba destinada tal brutalidad, no creen que esto sea malo, al fin y al cabo, es la tradición. Y los periodistas, y la política, dicen lo han, lo hemos, sacado de contexto. El contexto es que unos energúmenos, universitarios, las han llamado putas, pero esto parece no importarles. ¿Qué hemos hecho mal en este país? ¿Qué estamos haciendo mal, que es peor todavía, para que se califique de tradición lo que es machismo y cultura de la violación? Para que estos chicos y chicas normalicen la peor cara del machismo.

Quizás, lo que hemos hecho mal es dar pábulo a los discursos negacionistas, dar voz a los que no censuran este tipo de gestos o peor, todavía, los jalean, e, incluso, gobernar con ellos. Estamos hablando de universitarios que rondan la veintena, estamos hablando del futuro del país.

Es más que evidente que falta mucho por hacer, que falta mucha educación para que estos chicos y estas chicas entiendan que no se puede normalizar la violencia, porque sobre esa normalización de la violencia se construye el machismo y la cultura de la violación.

Y más educación son también más recursos para la igualdad, ante la tentación de algunos de empezar a recortar por ahí, bueno no solo tentación, hechos consumados, en algunos casos.