"Cuando lo pruebas, sorprende": tres alimentos inesperados que te gustará combinar con tu cerveza
Chefs de la 10ª edición del Barcelona Beer Festival cuentan cuáles son sus maridajes estrella con esta bebida
Madrid
La semana pasada Cataluña acogió la Barcelona Beer Festival, la gran fiesta anual de la cerveza artesana, que reunió a más de 35000 asistentes. Una de las muchas actividades que se celebraron fueron las degustaciones de maridajes gastrónomicos con cerveza. Para quien no lo sepa, un "maridaje" es el proceso de unir un alimento con una bebida con la intención de mejorar o realzar el placer de tomarlos. ¿Quién no ha acompañado alguna vez una caña de cerveza con una tapita de bravas o aceitunas?
"Cuando lo pruebas, sorprende": tres alimentos inesperados que te gustará combinar con tu cerveza
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Según el sumiller Carlos Ávila, que en el festival impartió una clase de maridajes involuntarios, "el 80% de la cerveza que consumimos la comemos acompañada de comida". "Cuando piensas en una tapa como un pincho de tortilla o unas patatas bravas, es fácil imaginarse acompañándolas de una cerveza Lager dorada", apunta Ávila. Estas uniones inconscientes y casi automáticas son lo que él llama "maridajes involuntarios": "Es algo que funciona, una combinación placentera que nos gusta y que queremos repetir cuando vamos a la barra de un bar".
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Normalmente el vino ha sido el favorito de las uniones gastronómicas, pero desde hace un tiempo la cerveza está cogiendo fuerza gracias a sus múltiples posibilidades. Lo explica el beersommellier Edgar Rodríguez: "La capacidad que tiene la cerveza de incorporar ingredientes que no son habituales en las bebidas alcohólicas es muy amplia. Puedes encontrar cervezas que lleven añadidos de chocolate, de café, de alcachofa, de calabaza, de canela o de cualquier tipo de fruta. Esto te da mucho juego a nivel de sumillería y te permite crear maridajes muy concretos".
1. Cerveza con helado
Ingredientes tan poco habituales como la combinación de cerveza negra con helado de cereza que preparó la escuela de repostería y pastelería L'Atélier Barcelona para la Barcelona Beer Festival. Gemma Vázquez, responsable del local, cuenta que eligieron este sabor de helado porque "la cerveza negra tiene notas que recuerdan a Alemania, al bosque y al frío", igual que la cereza. Además, "la cerveza negra forma parte de los pasteles selva negra, que van muy de la mano con la cereza, que también tiene muchos toques a fermentados y a frutos muy potentes como son los frutos del bosque".
2. Cerveza con queso
El queso es otra de las alternativas quizá poco frecuentes que mejor maridan con cerveza, por mucho que le pese al vino francés. "Aunque no sea una mezcla muy común, cuando lo pruebas sorprende", asegura Kike Ojanguren, propietario de País de quesos. "En países del centro de Europa como Alemania o Inglaterra sí es muy habitual comer queso con cerveza", cuenta. Ojanguren organiza catas relacionadas con quesos de autor y en el festival ofreció una degustación de una cerveza Neipa maridada con quesos del norte de España. "Los quesos de pasta blanda funcionan mejor con cervezas suaves. Todo depende de qué mohos y qué intensidades tengan, si son más amargos o más dulces, si tienen más sabores a levadura o más lácticos... Pero, en general, a cualquier tipo de quesos le puedes encontrar una cerveza", afirma.
3. Cerveza con ostras
Incluso las ostras conjuntan divinamente. Geoffrey Kiers es chef de La cervesera artesana y marida ostras del Delta del Ebro con la Oyster Stout, una cerveza hecha a base de este molusco. "Los sabores combinan por afinidad. El punto salado y yodado de las ostras combina perfectamente con las notas torrefactas del cacao y del café de la cerveza", asegura Kiers. Quizá esta mezcla pueda resultar extraña, pero para los ingleses no es nada nuevo: "En la Península no es un maridaje muy común, pero en el siglo XVIII en Inglaterra y, sobre todo, en Londres las ostras del Támesis eran muy populares en los pubs, al igual que podrían serlo hoy en día las bravas en las cerveceras artesanas".
Recetas con cerveza
Con tantas combinaciones inusuales podría pensarse que ya no queda nada por descubrir, pero todos nuestros expertos coinciden en que todavía hay mucho por hacer en el mundo del maridaje gastronómico. Por si alguien se anima a intentar nuevas mezclas en su casa, Edgar Rodríguez señala los tres requisitos básicos que deben tenerse siempre en cuenta: "El primero de ellos sería saber por qué queremos hacer esa combinación, poderle contar a un cliente por qué queremos esa bebida con ese plato. "El segundo sería el respeto entre plato y bebida y viceversa", es decir, que se pueda distinguir el trabajo que hay detrás de cada componente, que los sabores no se solapen ni oculten. Y el tercer requisito, "es un poco más complicado y sería la capacidad de refrescar que tiene la bebida".
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Pero no todo es maridaje: la cerveza también puede usarse como un ingrediente más para cocinar nuestros platos favoritos. Rodríguez recomienda el salmón ahumado con una base de cerveza ahumada y las albóndigas con cerveza... pero, ¡ojo!, no en la salsa, sino en la propia masa de la carne. Esto ayudará a que se conserve más el sabor. Y también se puede incorporar en los postres: por ejemplo, gelatina de cerveza o pera confitada con cerveza.
Adriana Calvo Solís
Graduada en Filología Hispánica por la Universidad de Valencia. Especializada en Teoría y Crítica de...