Cinco señales para reconocer la depresión en uno mismo o alguien del entorno y qué hacer

Madrid

Le llaman la enfermedad mental del siglo XXI cuando curiosamente es uno de los trastornos psiquiátricos más antiguos que se conocen. La OMS la define como tristeza persistente y pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas. La Organización Mundial de la Salud cifra en 322 millones las personas que la padecen en todo el mundo, un 18% más que hace una década.

"Hablamos de depresión cuando una persona tiene unos cuadros de tristeza profunda, una falta de ilusión de interés por las cosas, una incapacidad de disfrutar, falta de sentido de vida y de profunda desesperanza. Puede ir acompañado de síntomas más físicos como alteraciones en el sueño, en el apetito con mucha hambre o sin ganas de comer. Es importante entender que si bien estos son los parámetros clínicos, hay que tener en cuenta si hay otros procesos que están ocurriendo. Lo que no podemos hacer es patologizar procesos de tristeza que son muy parecidos cuando por ejemplo tienes ruptura con una pareja o fallece un familiar. La depresión es algo que ocurre sin que haya un motivo tan aparente para ello", explica Buenaventura del Charco Olea, psicólogo y autor del libro 'Hasta los cojones del pensamiento positivo'.

La depresión en la era de la modernidad líquida

El psicólogo identifica un nuevo cuadro depresivo en esta época de modernidad líquida, concepto definido por el sociólogo Zygmunt Bauman. Tiene que ver con los altos niveles de perfección que se quieren conseguir, con la autoexigencia. Se aleja por tanto de la inactividad típica. "A pesar de que siempre estoy funcionando, se tiene la sensación de que algo no está bien, de vacío y de que nada me acaba de llenar plenamente en mi vida", cuenta.

Este viernes se celebra el Día Mundial en la lucha contra la depresión. Los especialistas coinciden en la necesidad de reconocer las señales de alarma en uno mismo o alguien del entorno. Esta es la base para saber en qué momento debemos acudir a un especialista.

Cinco señales de alarma para reconocer la depresión

Existen algunos parámetros que convienen tener en cuenta para valorar si existe un cuadro depresivo. Buenaventura del Charco establece los siguientes:

1. ¿Cómo de satisfecho estoy conmigo mismo? ¿Cómo me siento? Si me considero una persona válida o si tengo la sensación de que no soy bueno o tengo sentimiento de inutilidad. El psicólogo afirma que ahora es el tipo de depresiones más habituales.
2. ¿Estoy disfrutando con lo que hago? ¿Me cuesta hacer lo que hago? "Aquí debemos de tener cuidado porque en la actualidad hay un sentimiento de que hay que producir continuamente y quizá simplemente es cansancio", asegura.
3. ¿Cuánto se mantiene en el tiempo? A lo mejor puedo tener unos meses malos y luego remontar, pero si se prolonga mucho, hay que ver qué está pasando.
4. Si noto que los sentimientos de tristeza o de falta de energía no son explicables en torno a lo que nos está ocurriendo. Vamos, que no identifico la causa.
5. Si a pesar de permitirme llorar y estar triste en lugar de ser algo que me libera y me arropa, me genera angustia y ansiedad. O que si no me permito llorar, hay un momento que me desborda.

¿Qué debe hacer el entorno ante una persona con depresión?

La persona con depresión suele tener un sentimiento profundo de culpabilidad así que lo principal es no victimizar. "No hay que decirle lo que tiene que hacer o que no tiene motivos, que su vida es buena. En este intento de crear optimismo en el otro, lo que estamos haciendo es culpabilizarlo", reflexiona.

La mejor actitud es preguntarle qué necesitas de mí, legitimizar ese estado y reconocer cómo está y decirle que lo vas a seguir queriendo igual. Una actitud de consuelo y hombro sobre el que llorar. "El amor incondicional y el apoyo es la receta para poder salir del pozo", insiste el psicólogo, convencido de que se puede curar una depresión sin medicación y solo con psicoterapia: "La investigación científica demuestra que la psicoterapia es muy efectiva contra la depresión, pero tampoco hay que demonizar la farmacología. A veces, lo ideal son las dos cosas".

La positividad tóxica

"La depresión no es algo que funciona como si cogiera el COVID. Es el resultado de algo que está ocurriendo en mi vida, de cómo estoy afrontando mi vida y me relaciono contigo. No solo hay que quitar los síntomas sino que hay que ir a la raíz del asunto. Si no, es probable que tengamos recaídas", advierte.

Alerta el psicólogo de lo que ha llamado la positividad tóxica: "Hay que señalar el peligro de toda esta corriente de que siempre hay que ser positivo y optimista ya profundiza en la sensación de que algo estoy haciendo mal y fomenta la represión emocional a pesar del discurso bonito y bien intencionado".

Cuidar la salud mental es una de las prioridades como sociedad y acapara cada vez más el debate público.