'El primo Basilio', una dura crítica a la sociedad portuguesa de la época
Una historia apasionante de seducción y chantaje, pero también es un retrato de las pequeñeces y miserias de una sociedad
'El primo Basilio', una dura crítica a la sociedad portuguesa de la época
Eça de Queirós nació en Póvoa de Varzim, en 1845 y murió en París, en 1900. Es el gran renovador de la literatura portuguesa del siglo XIX. Como diplomático se desplazó a La Habana, Newcastle y París, donde residió hasta su muerte. Admirador de Dickens, Balzac y Zola, y sobre todo Flaubert, Eça de Queirós intentó cambiar la sociedad de su época a través de la literatura con un estilo preciso, elegante e irónico.
Entre sus obras destacan 'El crimen del padre Amaro', 'Alves y cía', que ya os hemos contado en 'Un libro una hora' y 'Los Maia'. 'El primo Basilio' se publica en 1878. Es una historia de seducción y chantaje, pero también es un retrato de las pequeñeces y miserias de una sociedad. Es apasionante, emocionante y, a ratos, muy divertida. Un novelón que hay que leer sin duda.
Las novelas de adulterio del siglo XIX
En 'El primo Basilio', Eça de Queirós formula una dura crítica a la sociedad portuguesa de la época, dominada por el peso asfixiante de la mediocridad y la apatía. Integra, junto con 'Madame Bovary', 'La Regenta', 'Ana Karenina' y 'Effi Briest', la brillante constelación de lo que podría llamarse "novelas de adulterio" del siglo XIX. Son mujeres que se asfixian dentro del corsé del matrimonio burgués de la época, donde se les concede un protagonismo más bien escaso y que están destinadas a ser solamente un apéndice del marido. La novela es un retrato bastante certero, mordaz, irónico y caricaturesco de la Lisboa de finales de siglo: machista, amiga del rumor y del cotilleo malsano, siempre pendiente de lo que hace el otro; ideológicamente anclada en el pasado y culturalmente pasada de moda.
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Como señala en su estudio Sofía Gaspar, en la segunda mitad del XIX el adulterio se convierte en objeto literario en tanto el matrimonio se erige como tema central en la novela europea. Este fue uno de los modos con los que la novela decimonónica realista-naturalista, reclamando para sí la crítica a los valores sociales burgueses, encontró en este tema un elemento que amenazaba y subvertía el equilibrio familiar vigente. La presencia del adulterio en la prosa realista-naturalista testaba cómo un elemento de ruptura de la relación social básica -la familia- desmontaba y transgredía sus normas morales y contractuales fundamentales. El comportamiento adúltero era entendido como una rebelión hacia el matrimonio y trastocaba no solo los pilares en los que se apoyaba la familia burguesa, sino también toda la sociedad.
Un sesgo sensual que hace la novela diferente y original
Según Guillermo Máynez Gil, en la tragedia juega un papel crucial el personaje verdaderamente central de la novela, un portento de rencor (pero no sin fundamento), un ser humano real, no descrito sino creado, un ser aborrecido por el destino y la vida que se vengará de sus sufrimientos en una mujer débil y desorientada. La vieja Juliana ha cuidado abnegadamente a la tía de Jorge hasta el final y por eso este se siente en deuda con ella a pesar de que Luisa la aborrece. Juliana es fea, seca, solitaria y pobre; nunca ha tenido suerte, ha sido burlada y despreciada y odia a los ricos, a los patrones y en particular a la feliz y hermosa Luisa (quien a su vez, justo es decirlo, la maltrata).
Como señala el blog Solodelibros, José Maria Eça de Queiroz toca en 'El primo Basilio' el tema del adulterio, pero dándole un sesgo sensual, casi erótico en algunas ocasiones, que la hace diferente y original. Queiroz retrató a una mujer moderna, en cierta manera emancipada, dejando de lado cualquier consideración pacata. Porque lo que mueve a Luisa es el deseo, el deseo de probar caricias nuevas, de escapar a su vida monótona de mujer burguesa y también la vanidad de sentir que puede gustar a un hombre distinto de su marido y, más aún, a un hombre de mundo, refinado, acostumbrado a todos los placeres, como es el primo Basilio. Los sueños románticos que despierta en ella el reencuentro con el amor de juventud pronto dejan paso a un ansia secreta de vivir intensamente, como en las novelas, al menos una vez.