Canciones de febrero: shego, Caroline Polachek, Fundación Francisco Frankestein, 파란노을 (Parannoul), Depeche Mode, Vera Fauna, Puzzles y Dragones...

Madrid

Este mes de febrero nos hemos decantado por música con toque gastronómico. Ya sabéis que nuestro apetito es insaciable, pero el frío obliga a hacer varias visitas a la nevera o a pegarse comidas copiosas (ya están olvidados los atracones de Navidad). El frigorífico es el símbolo que ha encontrado Vera Fauna para presentar su disco conceptual Los años mejores, y es que nos van las digestiones lentas, no solo con los sevillanos, sino también con la neoyorkina Carolina Polachek. Eso no quita que de vez en cuando nos guste probar algo más directo y de sabor potente como el steak tar tar del esperadísimo debut de shego, o un atracón a helado de chocolate para escuchar una canción nostálgica como la que nos trae Puzzles y Dragones.

Más allá de la comida, la música está (muy) presente en las series, tanto que no hemos podido pasar por alto la canción que suena en la cabecera de Shrinking. Pero sin duda, una de las novedades más gordas de este mes es la vuelta de un artista coreano anónimo que a sus 22 años ha lanzado ya 17 discos y nadie sabe quién es.

Polaris (파란노을 (Parannoul))

Es probable que flipeis con esto que os vamos a contar: Parannoul se trata de, simplemente, un estudiante surcoreano de 22 años que escribe música en su dormitorio. Se mantiene en el anonimato y no se sabe absolutamente nada de él, salvo que es una verdadera máquina de hacer música. Y que gracias a los foros ha sido ‘descubierto’. Bajo este nombre acaba de publicar su tercer álbum After the magic, que sigue a su trabajo To see the next part of the dream (2021) con el que conquistó los reductos más puramente indies. Pero su creatividad no se ha quedado ahí, sino que con el seudónimo de Mydreamfever también ha sacado un disco ambient, y como laststar se dio a conocer otros ¡13! entre 2017 y 2019, todos ellos eliminados de cualquier rincón de internet. Ahora, el shoegaze en forma de chimenea echando humo blanco da paso a la nostálgica nieve. Un trabajo que habla de una magia que brilla pero que algún día desaparecerá “como si nada hubiera pasado”. En Polaris se retuerce entre el rock, los estribillos k-pop y sintes noventeros para hacer un viaje al cosmos y disfrutar desde allí de los suyos. Y es que la magia no es solo lo que vemos en las películas, es poder enamorarse, disfrutar del amanecer o que un chico pueda hacer maravillas como esta desde su habitación con el poder de su creatividad y un programa de ordenador, porque sí, todo lo que vais a escuchar, sale de un ‘simple’ ordenador.

Casa Carreras (Vera Fauna)

Dudas y flores fue su disco debut, y desde entonces, Vera Fauna ha estado siempre en nuestro cajón de grupos imprescindibles. Nos ha tocado esperar algo más de dos años para poder disfrutar de cositas nuevas de esta banda sevillana que hace crítica generacional y retrata con nostalgia la vida por el barrio de San Lorenzo, pero Los años mejores ya está aquí. Y es que el cuarteto deja de lado ese toque taciturno y busca el lado bueno de las cosas aunque, cada vez, el salario de la gente de a pie vaya menguando. Peso pluma, que abre el disco, va de la mano de Casa Carreras, y sirven como crítica al sistema actual. El primer corte es más pesaroso: señala lo caro que está el alquiler, desluce la frase de que ‘el trabajo dignifica’ y brinca ante lo que cuesta llenar la nevera (elemento clave en la portada). Mientras tanto, la siguiente canción subraya a la perfección el concepto del segundo trabajo de los andaluces haciendo alusión a una histórica tienda de artistas cerca de la facultad de Bellas Artes de Sevilla. Entre la psicodelia y el toque Pony Bravo, los Vera Fauna aplauden esos reflejos de luz que de vez en cuando nos regala la vida, pese a que cantan eso de “no me creo na” mientras relatan una vivencia donde un empresario con barbita y tatuajes te cuela un desayuno por seis pavos. Una dualidad entre el me gusta lo que veo y me la están colando, porque al fin y al cabo hay que vivir la vida por mucho que la vida de los jóvenes no sea esa que nos han ido vendiendo desde que tenemos uso de razón. Vera Fauna goza de una madurez emocional narrando lo cotidiano, que al final es lo que le interesa a la gente.

Ghost again (Depeche Mode)

Cuando un grupo se convierte en clásico parece que ya siempre va a vivir de sus hits y a veces se escucha con poca fe cualquier tema nuevo. Quizá por eso ha gustado tanto su última canción, Ghost again, un adelanto del que será su 15º álbum de su discografía, que se publicará el 17 de marzo. Será un disco especial por dos motivos principalmente: porque hace 6 años que no comparten nuevas canciones y porque es el primer trabajo tras la muerte de Andy Fletcher el año pasado. La banda ya ha adelantado que ese disco será un homenaje a su compañero durante todos estos años: "Después del fallecimiento de Fletch, decidimos continuar porque estamos seguros de que esto es lo que él hubiera querido y eso realmente le ha dado al proyecto un nivel extra de significado. A Fletcher le habría encantado este álbum". Por cierto, los Depeche actuará en junio en las sedes de Barcelona y Madrid del Primavera Sound.

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Todo lo contrario (Fundación Francisco Frankestein)

Más allá de la genialidad del nombre de la banda, este cuarteto de mallorquines han creado un himno de minuto y medio llamado a explicar, durante generaciones y generaciones, cómo son muchos españoles —que ni hacen, ni dejan hacer— y, muy especialmente, el jefe de la oposición (sea del partido que sea). El sonido recuerda a Los Ramones, a Siniestro Total o Los Nikis, pero la letra no tiene desperdicio: "A favor de los que están en contra y en contra de los que están a favor. Ni sí ni no, sino todo lo contrario. Ni mucho, ni poco". ¿Hay mejor manera de explicar cómo piensa y cómo actúa esa gente?

steak tar tar (shego)

Que este el grupo más pegado del punk-pop español, no es novedad, sobre todo si leéis religiosamente las novedades que os traemos cada mes. Hasta ahora, este cuarteto femenino solo se nutría de un EP y singles (y vaya hitazos), pero el cuerpo ya nos iba pidiendo algo más. Pues bien, shego nos ha plantado en la cara su primer LP. SUERTE, CHICA es el disco que necesitábamos. En él encontramos esa mezcla de delicadeza y furia que sigue siendo la receta estrella de la banda, como en sorry ojitos y Peggy Lee. Dentro de este menú gourmet, también encontramos zarpazos como estoy cachonda y esa frase “no vas a conocer tía más buena que yo” que seguro que estará subrayada en su historia para siempre. Pero el copazo llega con steak tar tar. Un temarrazo ‘gafas negras en la noche’ total. La de raves que van a cerrar Maite, Raquel, Charlotte y Aroa...

Blood and butter (Caroline Polachek)

Todo apunta a que el segundo disco de la neoyorkina Carolina Polachek va a ser una (maravillosa) obra de digestión lenta. Precedido por varios singles —Sunset o Bunny Is A Rider— que ya se habían metido en listas de lo mejor del año, Desire, I Want To Turn Into You es un disco de pop total (en la línea de Mitski, Lykke Li, Halsey o Lorde) que coquetea con todo tipo de estilos: sintes ochenteros, rumba catalana, experimentación... ¡Incluso unas gaitas que recuerdan a The Corrs! El folk épico de Blood And Butter nos ha entrado a la primera, pero si nos preguntaseis por nuestra favorita del álbum dentro de unos días, posiblemente cambiaríamos de opinión. En eso consiste la digestión lenta...

Frightening fishes (Benjamin Gibbard & Tom Howe)

Shrinking (Apple TV) tiene muy buena pinta. Por lo que hemos visto en el tráiler, la protagoniza un psicoterapeuta al que no le vendría nada mal ir al psicólogo y que, por sorpresa, recibe la visita de un viejo conocido dispuesto a echarle una mano. Pero, por si las risas y un reparto que incluye a Harrison Ford no fuese suficiente, la canción que sirve como cabecera de la serie es una joya. Un tema que el compositor de bandas sonoras Tom Howe firma junto a Benjamin Gibbard, vocalista de The Postal Service o Death Cab For Cutie, y que nos ha devuelto de golpe a los mejores años del indie americano de la primera década de los 2000. El último disco de la banda de Seattle, de hecho, ha recibido menos atención de la debida. Quizá porque pueden parecer demasiado viejos para estar de moda y, a la vez, demasiado jóvenes para que se les reivindique como vintage. No se nos ocurre otra explicación.

María la curandera (Natalia Lafourcade)

Natalia Lafourcade publicó hace unos meses un disco titulado De todas las flores. El primero con canciones inéditas después de 7 años en los que ha estado más entregada a explorar el folk latinoamericano. El álbum está lleno de dualidades: amor/desamor, vida/muerte... y en general tiene un poso reflexivo y un ritmo apagado. María la curandera es la canción más vitalista de ese trabajo. Es un tema que la cantante mexicana compuso a raíz de un poema de María Sabina, una curandera y chamana mazateca del estado de Oaxaca. Esa es una de las muchas historias que cuenta la cantante en un podcast en Spotify donde va relatando cómo fue la creación del disco acompañada de muchos amigos. Escucharlo enriquece todavía aún más este nuevo trabajo del que nos habló en esta entrevista en Fuego y Chinchetas. Bueno, del disco, y de la polémica actuación en los Goya con la canción de Jeanette.

Facebook (Puzzles y Dragones)

Puzzles y Dragones nos trae el lado más indiepop de la lista. Con un sonido que recuerda al venerado disco de la Family y al mensaje del extinto Hazte Lapón, el cuarteto madrileño cierra una trilogía con Recuerdos de Puzzles y Dragones. Como el mismo título del disco indica, la melancolía recorre por cada una de estas 11 canciones que rellenan un trabajo que habla de sueños rotos, historias del pasado (o del presente) y amores que no se dieron. Rubén y Andrea es una de esas canciones pop total, con música alegre pero mensaje triste. Dani, vocalista del grupo, escribió esta canción cuando era adolescente que incluso llegó a sonar una vez en Los40. Anécdota a la que hace referencia Facebook. Un tema que usa esta red social en pura decadencia donde tus amigos son gente con la que no cruzas una palabra desde hace lustros y en la que la última foto publicada es de un cumpleaños que ya ni recuerdas. Y a veces te encuentras con una relación pasada y descubres que es de su vida… Un recorrido que te remueve por dentro recordando aquellos escarceos olvidados y que acaba mirando a un futuro en el que, al final, todos seremos “sólo gente mayor”.

Pierdo el sentido (Alizzz)

Alizzz tiene una máquina para hacer temazos. Es así. Ya hay que decirlo. Esta última canción, Pierdo el sentido, tiene un ritmo trepidante que nos encanta. Forma parte de Boicot, el EP con cinco canciones entre las que también se incluye Que pasa nen, el homenaje a la gente de su tierra que critica además a los que miran por encima del hombro a quien no reconocen igual, por lo que sea. El título del EP tiene mucho que ver con sus intenciones, que pasan por boicotear su trabajo anterior: "Me parecía interesante la idea de romper con la manera de escribir, las estructuras de las canciones, los temas…, intentando utilizar otro tipo de leguaje para hacer algo nuevo, que, al fin y al cabo es lo que siempre me llama la atención: hacer cosas que suenen frescas a todos los niveles", cuenta.