Esta es la razón por la que nos cuesta más ir al baño cuando nos vamos de viaje
Resolvemos todos los mitos y preguntas sobre el aparato digestivo con uno de los mayores expertos de nuestro país
"Lo normal es tirarse entre 10 y 20 pedos al día": todos los mitos y respuestas sobre el aparato digestivo
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Madrid
¿A quién no le ha pasado? Ser un reloj para ir al baño, tener unos horarios perfectamente insertados en nuestra rutina diaria, pero comenzar un viaje y que todo deje de funcionar. Es una situación molesta, que puede provocarnos muchas dudas en el peor momento; justo cuando hemos comenzado unas vacaciones o estamos lejos de casa. En Hora 25 hemos hablado con Fernando Azpiroz, jefe del Grupo de Neurofisiología del Instituto de Investigación Vall d'Hebron y jefe del Centro de Investigación Biomédica en red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas. Es una de las personas que mejor conoce nuestro aparato digestivo y ha desmontado varios mitos sobre nuestro funcionamiento interno y por qué cuando nos vamos de viaje cuesta más ir al baño.
"Se debe a una serie de factores: la gente que va de viaje, muchas veces no encuentra el momento de evacuar. Si ponemos una barrera al final de un túnel, se detiene todo el tránsito. La gente que tiene una regularidad y sale de su ambiente pierde esta regularidad y puede estar varios días sin ir de vientre. Este es un síntoma menor de estreñimiento. La persona que va bien de vientre va de vientre en cualquier situación, pero la persona que tiene problemas, uno de los factores más comunes puede ser el salir de su ambiente habitual", explica el doctor Azpiroz.
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El investigador sostiene que hay una convención en torno a la cantidad de veces que se debe ir al baño, pero puede variar. "Se considera normal entre tres veces al día y tres veces a la semana, pero dentro de este rango puede haber alteraciones. Hay pacientes que al intentar hacer de vientre les cuesta mucho, hacen esfuerzo o se quedan con la sensación de que no han evacuado del todo", señala Azpiroz. Sobre los ritmos de evacuación, el doctor indica que tener un hábito "es cómodo", pero no es necesariamente más sano. "Siempre hay que hacerlo a demanda. Lo que pasa es que si el cuerpo está acostumbrado a que la demanda sea regular es más cómodo", sentencia el investigador.
Sobre el estreñimiento
Fernando Azpiroz explica que hay varios signos que pueden considerarse como estreñimiento. "Hay unos signos objetivos que son la frecuencia de las defecaciones y la consistencia, es decir, menos de tres evacuaciones por semana o heces duras y luego una serie de signos de síntomas subjetivos, de sensaciones. Dentro del concepto el estreñimiento o un signo que se calificaría como estreñimiento es que el paciente tenga que hacer mucho esfuerzo para evacuar o que al acabar de evacuar tenga la sensación de que la evacuación ha sido incompleta", señala.
Y ante esta situación, ¿qué hacer? Para esto el doctor recomienda tomar unas "medidas lógicas". "Una es normalizar la dieta. Una causa frecuente de estreñimiento, sobre todo gente joven que trabaja, es la dieta con pocos residuos. La gente que cena bocadillo, que no toma verduras. Si no se toman residuos disminuye la masa en el colon, disminuye el volumen de las heces. Lo primero que hay que hacer es ver la dieta e intentar normalizarla. Si realmente se está haciendo una dieta inadecuada. Otro aspecto importante es el intentar evacuar cuando se tienen ganas, es decir, no posponer la evacuación, porque normalmente la última parte del intestino está vacía y cuando llega el bolo fecal, las heces, se llena y manda una sensación de ganas de hacer de vientre. Y ese es el momento que hay que aprovechar para evacuar, porque si no se hace así, si se retienen las ganas, entonces esas heces que han llegado a la parte final al cabo de un rato vuelven hacia arriba y no vuelven a bajar hasta el día siguiente. Otro mecanismo es que el recto, cuando llegan las heces manda la señal de que está lleno, pero si no se vacía, al cabo de media hora, una hora, esas ganas de hacer de vientre se pasan, esa señal se extingue y entonces el recto está lleno, pero ya deja de mandar la señal. Es como si la alarma del coche se dispara, pero al cabo de diez minutos se para. Entonces la avería sigue dentro, la puerta sigue abierta, pero deja de mandar la señal", sentencia.