Por un puñado de votos

Lunes y no un lunes cualquiera, es el lunes de la semana en la que empieza la campaña para las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, porque, aunque no se lo crean, lo de hasta ahora era solo la precampaña, así que ya se pueden ir haciendo una idea de lo que nos espera a partir del viernes.

Los alcaldes y presidentes autonómicos se desgañitan diciendo que estas elecciones van de lo suyo, de su ciudad o de su comunidad, de su territorio, que eso es lo importante y que de eso es de lo que se debería estar hablando. Pero es indiscutible que todo el mundo ve en estas elecciones algo más, mucho más. El avance de lo que pueda pasar en las legislativas de finales de año, en las que se enfrentaran un Pedro Sánchez, avalado por la gestión que ha permitido ir superando los efectos de la pandemia, primero, y de la guerra, después, pero a la vez desgastado por la misma gestión. Y al otro lado, Alberto Núñez Feijóo, a quien el paso del tiempo va desdibujando como la gran promesa que llegó del norte, arrastrado a menudo por Ayuso y con un único argumento y propuesta en su programa, acabar con el 'sanchismo', sea esto lo que sea.

De todo esto van también las elecciones del 28 de mayo, y así no es de extrañar que los dos líderes se hayan volcado y se vayan a seguir volcando en esta campaña, en apoyo a los candidatos, a ayuntamientos y comunidades, pero también en apoyo a sí mismo pensando en unos meses más allá. Es evidente que el resultado de estos comicios va a tener algunos hitos en los que los partidos han puesto los focos. Ganar o perder Valencia, por ejemplo. La mayoría absoluta de Madrid, como mensaje a Feijóo, qué puede pasar en ayuntamientos como los de Sevilla o el de Barcelona, donde los socialistas esperan buenas noticias y así algunas plazas más que podrían dibujar el escenario previo a las elecciones generales.

Y la incertidumbre se va a mantener hasta el último minuto. En muchas plazas, los resultados van a depender de un puñado de votos. Hoy la encuesta que publicamos en la SER y El País es una muestra de ello, un puñado de votos pueden permitir la reedición de la coalición que gobierna en la Comunitat Valenciana, el mismo puñado que se la puede arrebatar. En Madrid, del puñado de votos depende la mayoría absoluta de Ayuso. Y la clave puede estar en lo que motive al ciudadano a la hora de ir a votar, lo local o lo general, y la línea que separa una cosa de la otra, lleva ya mucho tiempo difuminándose.