Lechuzas, burros y lagartos: así era la comida de posguerra
Dos antropólogos recogen en un libro la historia y las recetas de los años del hambre.
Lechuzas, burros y lagartos. Así era la comida de posguerra
Madrid/ Cáceres
Comer ratas era tan normal como inimaginable nos resulta ahora. Tener hambre es una cosa, el hambre otra muy distinta. Una sensación y dolor tan intensos que son capaces de cambiar el espectro de lo que es comestible. Las cenas extremeñas a base de lagarto, los gatos por liebre, lechuzas y burros, las hierbas del campo. “Pacíamos como animales” comentan alguna de las personas con las que David Conde y Lorenzo Mariano han hablado para escribir un libro precioso, “Las recetas del hambre. La comida de los años de posguerra” (Ed. Crítica)
La forma de hacer una tortilla de patatas era engañando al ojo. Sin huevo y sin patata, con agua, con harina y pimentón para darle un color y apariencia más “consciente”. A los guisos y los gazpachos se les echaba lo que se pudiera: patatas, castañas por carne, un poco de tocino para darle empaque. Para esos pucheros cobraba especial relevencia la figura del “sustanciero”, el dueño orgulloso de un buen hueso que alquilaba, atado a un hilo, para hervir un rato en caldos ajenos.
La comida nos define de muchas maneras. “Somos lo que comemos, cómo comemos y con quién” Y en aquellos años del hambre, de 1939 a 1956, la desesperación era lo que definía a los pobres. Un estado de ánimo que llevaba a algunos a preferir comer carne de cerdo con triquinosis a no tener nada con lo que llenar el estómago.
Después de leer este libro y de escuchar testimonios como los que han recogido David y Lorenzo, cobran sentido las frases con las que nuestros padres y abuelos nos intentaban convencer para que respetáramos el pan o no nos dejáramos nada en el plato.
Paqui Ramos
Casi siempre en la radio. Siempre en la SER....